Corría el año 1995 y estaba a punto de ocurrir uno de los mayores hitos de la prensa rosa española. Jesulín de Ubrique se consagró en 1994 y se convirtió rápidamente en un joven matador increíblemente popular entre las mujeres aficionadas a la tauromaquia. Era una especie de estrella del rock cañí y con traje de luces. Miles de féminas suspiraban con él y con frecuencia le arrojaban prendas de ropa interior como muestra de pasión. El gaditano se mostraba un poco tímido y no quería saber nada de novias. Hasta que llegó Belén.
1EL ÉXITO DE JESULÍN DE UBRIQUE
Se conocieron en 1995 y el flechazo fue instantáneo. Durante un año mantuvieron su romance en secreto, al fin y al cabo una de las claves del éxito de Jesulín de Ubrique, era su atractivo para las mujeres, por lo que presentarse como un hombre soltero y disponible, era una estrategia más interesante. La Belén Esteban de finales de los 90 era una muchacha tímida y dulce, y nada hacía presagiar que se llegaría a convertir en uno de los personajes más famosos del país, manteniendo su popularidad casi 30 años después.