El sector mayorista está recuperando la normalidad previa a la pandemia, además de haber resistido los embistes durante este tiempo de crisis, en el que ha seguido creando empleo y abasteciendo a bares, restaurantes y hoteles, «lo que garantiza la reactivación del sector turístico», como asegura el presidente de Asedas, Ignacio García Magarzo. Una contribución muy importante para el turismo que, tras una semana santa con llenos y afluencia internacional, se prepara para una fuerte subida en el verano.
La distribución mayorista alcanza ya los 613 establecimientos. En concreto, estos locales son fundamentales para suministrar a los pueblos y a las zonas turísticas, ya que gracias a su logística y distribución se está reactivando la actividad turística de muchas zonas y las áreas rurales se encuentran completamente abastecidas.
Durante los peores momentos de la pandemia, el sector de la distribución mayorista se encargó de abastecer a los distintos comercios y a los minoristas para que no les faltara nada a los ciudadanos. Sin embargo, la subida de los precios de la luz y de los costes en general, está afectando al sector de la distribución mayorista porque es uno de los principales gastos, ya que la conservación de los productos perecederos y frescos se tiene que mantener en neveras o congeladores que funcionan las 24 horas.
Actualmente la red de ‘cash & carry’ suma 613 establecimientos, que representan una superficie comercial de más de 1,3 millón de metros cuadrados. De estas empresas, 491 pertenecen a compañías de Asedas, lo que supone el 74,7% de la superficie de autoservicios mayoristas y el 80% del número de establecimientos.
Todos ellos se reparten por toda la geografía española, aunque con una especial presencia en Andalucía, los archipiélagos y zonas costeras del Mediterráneo y del Atlántico, según ha precisado la asociación en un comunicado.
«En España no hay desiertos alimentarios, no hay población que cerca de su casa no pueda hacer la compra o no tener los mismos productos que en las ciudades. Además, encuentran unos precios competitivos gracias a esa red de mayorista que permite que exista un surtido al alcance de todos los ciudadanos. Algo que, sobre todo, se puso de manifiesto en el confinamiento», ha explicado a MERCA2 el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo.
El IMPACTO DE LA SUBIDA DE LOS PRECIOS DE LA LUZ
La subida de las tarifas de la luz, no solo se ha convertido en una dificultad para los hogares, sino también para los distribuidores mayoristas de la alimentación. Siendo la luz, uno de los mayores costes de funcionamiento de este sector en la actualidad. El motivo es que tienen que conservar los alimentos frescos y perecederos en grandes neveras y congeladores que no se pueden apagar y tienen que mantenerse en funcionamiento las 24 horas del día.
Según Asedas, la distribución mayorista se está viendo afectada por el «enorme impacto» de los altos costes de la energía, agravada por los problemas derivados de la guerra de Ucrania que impactan, a su vez, en otras materias primas.
«Como el resto de la distribución alimentaria, este sector se está viendo impactado por el incremento de los costes en general, especialmente de la energía. Dentro de los costes de nuestro sector es el primero o el segundo, y el siguiente es la mano de obra. Estamos hablando de un sector que está a medio camino porque no es un consumidor final ni es una empresa grande que tiene ventajas en las tarifas eléctricas. Están en tierra de nadie a medio camino y los costes en energía han aumentado entre un 30% y un 80 %», ha asegurado García Magarzo.
La fuerte competencia hace que, al igual que ocurre con la distribución minorista, los mayoristas estén haciendo también un «gran esfuerzo» por repercutir lo «menos posible y lo más tarde posible» esta situación al precio final, pero que está afectando a sus márgenes.
GARANTIZA EL SUMINISTRO RURAL Y TURÍSTICO
Asedas ha recordado que la distribución mayorista de alimentación ofrece un servicio diferenciado que se extiende por toda España, garantizando así el suministro de productos de primera necesidad a la España rural, así como al sector turismo, que comprende no solo restauración y hotelería, sino también salas de fiesta, discotecas y cualquier establecimiento relacionado con el ocio y a colectividades que incluye desde colegios y universidades hasta comedores de empresa, hospitales, eventos o colectivos relacionados con las Fuerzas Armadas.
«Estos establecimientos mayoristas que distribuyen a la hostelería y a la restauración son importantes en las zonas turísticas. Donde en lo peor de la pandemia sufrieron el impacto de la falta de turismo nacional, y cuando se recuperaron no tenían tampoco clientes internacionales. Los distribuidores mayoristas no solo han resistido a la crisis, sino que también han creado empleo y son los que garantizan la reactivación del sector turístico», ha explicado García Magarzo.
La distribución mayorista ha demostrado su función esencial durante los dos años pasados. Como soporte del suministro de alimentos en las zonas rurales de España. Según García Magarzo, «ahora, con la recuperación del turismo, también se manifiesta como un pilar para el desarrollo de uno de los sectores económicos más importantes del país, como es el turismo».
«Gracias a una red importante de establecimientos mayoristas, como los ‘cash and carry’, se sirve sobre todo a la España rural, con poblaciones de menos de 10.000 o 2.000 habitantes», ha indicado García Magarzo.