sábado, 14 diciembre 2024

La mano negra de la SEPI en el rescate de Room Mate

Más de un año después la SEPI todavía no se ha pronunciado sobre el rescate solicitado por Room Mate. La demora es excesiva dado el contexto de excepcionalidad en el que se demanda el salvavidas económico. Las suspicacias son inevitables, máxime tras algunos precedentes de ayudas concedidas. Una mano negra podría estar impidiendo que el expediente se cierre, aunque también se habla del miedo que paraliza a la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, y que podría estar entorpeciendo varias de las solicitudes de ayuda presentadas por empresas con el agua al cuello debido a los efectos de la pandemia.

Mientras el tiempo pasa inexorablemente, la cadena hotelera Room Mate vive semanas de angustia ante la falta de noticias de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. El grupo propiedad de Kike Sarasola y Sandra Ortega presentó el 9 de marzo de 2021 una solicitud formal a la SEPI para poder acceder a un préstamos de 52 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Desde ese día, no se sabe nada de las intenciones de la SEPI de ayudar a Room Mate.

La  desidia de la SEPI en este caso concreto da pie a la especulación sobre los motivos que están retrasando la resolución de la petición de rescate de Room Mate debido, entre otras cosas, a la buena relación entre Kike Sarasola y la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Una sintonía que se evidenció en los primeros momentos de la pandemia, cuando la presidenta madrileña se alojó durante varias semanas en un apartamento de la cadena hotelera para pasar el confinamiento (al haberse contagiado de Covid) y, poder seguir trabajando.

¿Cómo se explica que a Plus Ultra se la rescatara tan rápido y que Room Mate siga esperando?

Los detractores de Ayuso, encabezados por miembros del Gobierno, hicieron creer que la presidenta de la Comunidad de Madrid se alojaba gratis en ese apartamento, en un claro intento de desprestigiar su imagen a toda costa. Pero el tiro les salió por la culata, ya que la factura y el justificante de pago presentados desmontaron una más de las campañas inventadas contra la líder regional del PP.

Las empresas ligadas al sector turístico han acudido en buen número a solicitar ayudas de este fondo, que se creó con una dotación inicial de 10.000 millones de euros. En un primer momento desde la SEPI se ponía un plazo de tres meses para resolver las solicitudes recibidas, pero el tiempo se echa encima a la sociedad estatal y la cadena de Sarasola sigue sin ver ni un solo euro.

De hecho, todo hace presagiar que se resolverán antes los expedientes de las solicitudes de otras hoteleras como Silken, Blue Sea o Vincci, que fueron presentadas más tarde que la de Room Mate.

EL TERROR DE BELÉN GUALDA

Otra de las tesis que podría explicar este retraso, se basa en el terror de parece tener paralizada a Belén Gualda, presidenta de la SEPI. Un terror a ser imputada, como ocurrió con el vicepresidente Bartolomé Lora por presunta malversación en la tramitación de la ayuda pública a la aerolínea Plus Ultra. Esta es una de las razones que explica el bloqueo actual y que llevó a España a solicitar una prórroga para gestionar los expedientes pendientes.

Muchos directivos de empresas en apuros que han solicitado ayuda del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas afirman que la negligencia de Gualda puede conllevar la pérdida de miles de puestos de trabajo y consideran que la presidenta de la SEPI no está capacitada para realizar una labor tan importante como la que conlleva su cargo.

SOMBRAS EN LAS DECISIONES DE LA SEPI

10.000 millones de euros es una cantidad de dinero que, bien administrado, puede ser muy beneficioso para el tejido empresarial español, que se ha visto extraordinariamente afectado por los efectos de la pandemia. El problema viene cuando esa gran cantidad de millones se gestiona mal o, cuando menos, de forma arbitraria y con criterios más que sospechosos.

Una de las primeras decisiones de la SEPI tras la creación del fondo fue rescatar a la compañía aérea Plus Ultra con 53 millones de euros. La decisión, completamente injustificada, sorprendió al sector turístico español y a todos los analistas sin excepción, ya que esa compañía apenas realizaba el 0,03% de los vuelos de España en 2019, antes de la pandemia.

Las mentiras con las que el Gobierno quiso defender el rescate no hicieron más que poner de manifiesto que la SEPI actuó por unos intereses ocultos que no tienen nada que ver con los criterios objetivos que deberían primar en este tipo de operaciones.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, en una más de sus habituales falacias, llegó afirman en el momento de la concesión de la ayuda que Plus Ultra «cubre unos vuelos que no cubren otras compañías» y que «tiene una posición estratégica con respecto a algunos vuelos en Latinoamérica». La mentira no tardó en desmontarse ya que Iberia y Air Europa también operaban los destinos a los que volaba Plus Ultra antes de la pandemia, que eran Caracas, Lima, Quito y Guayaquil.

Sobre este rescate siempre ha sobrevolado la sombra del chavismo, ya que parte del accionariado de Plus Ultra (el 47%) está en manos de empresas venezolanas presuntamente afines a Nicolás Maduro.

¿EXCESO DE CELO CON ROOM MATE?

¿Cómo es posible que a Plus Ultra se la rescatara con tanta rapidez y que Room Mate todavía siga esperando contestación? Quizás la respuesta debería darla el exministro José Luís Ábalos, al parecer, el mayor garante en su momento de esta operación con la aerolínea. También podría poner luz en el asunto el sector Unidas Podemos del Ejecutivo, por sus amplios contactos con el Gobierno de Venezuela.

Objetivamente no se sostiene que Plus Ultra sea una empresa estratégica para España, como tampoco parece haber argumentos suficientes en contra de conceder la ayuda solicitada a Room Mate, o por lo menos esos posibles argumentos no se han hecho públicos en más de un año.

ANGELO GORDON PUEDE PESCAR EN RÍO REVUELTO

La falta de noticias del rescate estatal solicitado por Kike Sarasola, y la acuciante necesidad de liquidez ante el vencimiento del préstamo puente de 15 millones de euros recibido por Room Mate de parte del fondo capital riesgo Atitlan, hacen que este mes de abril sea especialmente angustioso para el grupo hotelero.

Conocedor de estos problemas, el fondo buitre estadounidense Angelo Gordon, que acaba de vender la Torre Bizkaia de Bilbao, pretende pescar en río revuelto, y ha presentado una oferta preliminar con el fin de adquirir la mayor parte del capital del grupo lo que, por un lado, supondría una tabla de salvación, pero a cambio de dejar el control de la cadena en manos de este grupo inversor.

Room Mate se enfrenta al posible embargo de los tres hoteles con los que avaló el préstamo de Atitlan, o también podría ocurrir que el fondo valenciano, controlado por Roberto Centeno, el yerno del dueño de Mercadona, Juan Roig, entrara a formar parte del capital de la hotelera.


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