El corralito financiero o también conocido como el corralito bancario, es una restricción temporal impuesta por un Gobierno que impide la libre disposición del dinero.
El objetivo es evitar que los ciudadanos retiren sus ahorros y solo se les permite disponer de pequeñas cantidades semanales o mensuales, que les permitan una compra de mínimos pero les impide sacar o transferir grandes cantidades de dinero.
El nombre se formó en 2001, en Argentina, tras las restricciones impuestas sobre la disponibilidad de sus ahorros, del mismo modo que los corrales impiden que el ganado salga del recinto acorralado, los corralitos impiden que el dinero salga de los bancos del país.