La lucha en la cúpula de BBVA entre el presidente, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç, se ha recrudecido en los últimos meses a raíz de la opa sobre Garanti y del periplo judicial que sufre el banco español por los encargos realizados al ex comisario Villarejo. La ruptura entre ambos es total y el directivo turco ha logrado atraer a uno de los candidatos a suceder a Torres, Jaime Caruana, ex gobernador del Banco de España y el hombre que ayudó a Francisco González a sacar al clan de Neguri de BBVA y protegerle del asalto de Sacyr.
LA CONFIANZA
Así lo confirman fuentes cercanas al consejo de administración del grupo financiero, que constatan que «en estos momentos Torres ha perdido la confianza del resto de consejeros», incluida la de Caruana, que aspira a terminar su carrera como presidente aunque no tenga funciones ejecutivas y que tiene el apoyo del Banco Central Europeo (BCE), institución que lleva meses reclamando un cambio de timón en BBVA.
El nombre de Caruana lleva tiempo sonando como principal aspirante a renovar a Torres en caso de que el juez Manuel García Castellón decidiera imputarle en el Caso Villarejo, una posibilidad que en la actualidad es remota pero que preocupa a los reguladores bancarios españoles y europeos.
El problema es que Onur Genç tampoco es del agrado de la institución que dirige Christine Lagarde por considerarle un hombre de Recep Tayyip Erdogán. En el BCE consideran que un banco con riesgo sistémico no puede estar en manos de intereses turcos.
Onur Genç tampoco es del agrado de la institución que dirige Christine Lagarde
La clave de la pérdida de credibilidad de Torres no está tanto en las decisiones estratégicas sino en su actuación en la instrucción del Caso Villarejo, en la que el juez ha manifestado en varias ocasiones su descontento por la falta de colaboración del presidente de BBVA a la hora de esclarecer los hechos que le ligan con este hombre de las cloacas del Estado que ha estado trabajando para el Ibex realizando, presuntamente, trabajos sucios por encargo.
CERCO A TORRES, DECLARA SU ASESOR PERSONAL
Fuentes jurídicas apuntan a MERCA2 que el magistrado ha decidido alargar la instrucción solicitando nuevas comparecencias, entre las que se encuentra la del asesor personal de Torres, que se suma a las ya realizadas hasta ahora, entre las que destaca la del director de comunicación Paul Tobin, creador de una carpeta compartida en Google Drive en 2018 con informaciones relacionadas con el caso.
Según declaró en sede judicial este directivo como imputado (cuyo nombre real es Pablo García Tobin) la creó tras estallar el Caso Tándem y a petición de Francisco González.
En el consejo de administración de BBVA no se comprende por qué Torres no ha invitado a Tobin a presentar la dimisión para limpiar, al menos parcialmente, el nombre de la entidad. El hecho de que se mantenga en su puesto da alas a aquellos que piensan que se puede estar encubriendo la implicación de Torres, o al menos el conocimiento real que tenía sobre los trabajos que hacía Cenyt (empresa de Villarejo) para el grupo financiero español.
LA TRAICIÓN DE CARUANA A FG… Y TORRES
No obstante, lo que más sorprende es que haya sido precisamente Caruana el que haya decidido desmarcarse del presidente y acercarse al CEO turco, ya que el ex gobernador del Banco de España –al que Jesús Cacho consideraba «el chico de los recados» de Rodrigo Rato– fue nombrado precisamente en 2018 consejero de BBVA por Francisco González.
sorprende es que haya sido Caruana el que haya decidido desmarcarse del presidente y acercarse al CEO
Periodistas, técnicos y supervisores esperaban que este fichaje fuera el preludio de su designación como presidente no ejecutivo, dejando a Carlos Torres como consejero delegado.
Sin embargo –en contra de los deseos del BCE– el hoy imputado FG (que es como se conoce a Francisco González en el mundo financiero) rechazó esa estructura de gobierno corporativo y en una maniobra sorprendente, cedió su trono a Torres. «O bien no se fiaba del todo de Caruana o era consciente de que necesitaría una persona de más confianza al frente del banco cuando el escándalo de Villarejo le salpicara«, apuntan a este diario fuentes financieras.
El mayor temor que tiene en estos momentos Carlos Torres es que, aunque no sea imputado, deba declarar como testigo una vez que concluya la fase de instrucción (investigación) y se pase a la del juicio oral. El papel de la Fiscalía General del Estado será clave, ya que podría impulsar un pacto para que no llegue la sangre al río y así acabar con este calvario que afecta a una de las entidades financieras más importantes del país.