Se avecinan turbulencias en el sector de la aviación. Esa es una de las predicciones más repetidas en los últimos tiempos. La quiebra y compra de aerolíneas, unida a la incertidumbre que provoca el brexit, vuelve a colocar al grupo IAG en el centro del huracán. La dueña de Iberia aspira a comprar otra aerolínea, y no es Norwegian.
La prensa británica asegura que British Airways (BA) está interesada en adquirir la aerolínea británica regional Flybe, cuya situación económica la obligó a colgar el cartel de ‘se vende’ recientemente. De hecho, Virgin Atlantic, propiedad de Richard Branson, fue la primera en mostrar interés por comprar esta compañía aérea.
No obstante, ‘The Sunday Telegraph’ avanza que IAG –holding que agrupa a Iberia, British Airways, Aer Lingus, Vueling o Level– está mejor posicionada para hacerse con Flybe. El interés de IAG viene motivado por la red regional de la compañía que proporciona un enlace útil al extenso centro global de British en el aeropuerto de Heathrow. Su control es un gran activo para IAG; más incluso por el hecho de que uno de sus principales rivales –Virgin– no se haga con la red regional de Flybe. De momento, desde IAG “no hacen comentarios respecto de rumores o especulaciones”.
Mientras que el grupo IAG se acerca a Flybe, se aleja un poco más de la posible compra de Norwegian. Desde la noruega reconocen a MERCA2 que no hay novedades, ni nuevas ofertas de IAG. La aerolínea rechazó hasta dos ofertas de compra. Además, siempre ha defendido su viabilidad económica.
El pasado 12 de abril anunció la compra del 4,61% de Norwegian. Una ampliación posterior de capital ha diluido su porcentaje al 3,93%. Desde hace meses, el holding que dirige Iberia está intentado comprar la compañía. “En agosto, dijimos que, si no había operación, no teníamos intención de ser un inversor a largo plazo. Es un tema que no nos distrae, pero no estaremos ahí para siempre; si no hay novedades, saldremos el próximo agosto o incluso antes”, señaló hace un mes Willie Walsh, consejero delegado de IAG.
PROBLEMAS ACCIONARIALES TRAS EL ‘BREXIT’
Además de salir de compras, IAG se enfrenta a otro problema: el brexit. Las aerolíneas británicas operan en la Unión Europea de acuerdo a las normas y permisos comunitarios, pero esta situación cambiará cuando se produzca la desconexión de Reino Unido, ya que quedará automáticamente fuera del paraguas de la UE.
Y aquí se producirán muchos cambios. Preocupa la parte accionarial de la compañía. Según la normativa comunitaria aérea, el 50% del capital de las empresas con licencia de vuelo en la UE debe ser propiedad de accionistas de estados miembros. En el caso de IAG no se cumpliría tras la salida de Reino Unido, país de donde procede el 14,91% del capital actualmente.
Sobre la mesa existen varias soluciones, como la posibilidad de obligar a los inversores extranjeros a vender sus acciones. En el caso de IAG, el mayor accionista es Qatar Airways, con un 21,52% de las acciones. Sin embargo, al parecer también se está intentando llegar a un acuerdo de moratoria a través del cual, IAG y otras como Ryanair y EasyJet, esperan ampliar a un año el plazo para reestructurar el capital.
¿QUÉ OCURRIRÁ CON EL ‘BREXIT’?
En el peor de los escenarios, una vez que se produzca la salida del país, los vuelos procedentes de Reino Unido no podrían aterrizar en los aeropuertos de la comunidad europea, a menos que existan acuerdos bilaterales con cada uno de los países de destino. Podría incluso producirse una situación conocido como ‘Cinderella’, aviones que despegarán de cinco aeropuertos británicos la tarde del 29 de marzo de 2019, momento en el que Reino Unido es todavía miembro de la UE, y aterrizarán habiéndose producido ya el Brexit, tal y como aseguran desde la plataforma aérea Skycop. Esa situación obligaría a los pasajeros a necesitar, incluso, un visado.
No obstante, desde IAG se muestran tranquilos. “Confiamos en que se alcance un acuerdo de transporte aéreo integral entre la UE y el Reino Unido. Está en los intereses del Reino Unido y de la UE tener un acuerdo de aviación completamente liberalizado. La liberalización de la aviación ha sido una gran historia de éxito en toda Europa, beneficiando a 1.000 millones de clientes cada año y creando una gran cantidad de empleos en todo el continente”, apuntan.
Pero si no hay un acuerdo con Brexit, “tanto la UE como el Reino Unido han dicho que establecerán un acuerdo que permita que los vuelos continúen”, sentencian fuentes del grupo aéreo que dirige Iberia. De hecho, los trabajadores españoles con contrato bajo legislación española no se verán afectados.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ya avisó que el Gobierno presentará «todos los argumentos» para defender que la empresa matriz de Iberia y Vueling es una aerolínea europea que deberá poder seguir operando como tal tras la salida de Reino Unido de la UE.