Una de las mayores alianzas del sector automovilístico está en peligro de extinción. Nissan y Renault, unidas a Mitsubishi, se enfrentan a una gran batalla empresarial. La lucha de egos y el deseo de poder son los principales combustibles que propician esta beligerancia. Pero las guerras entre compañías juegan con miles de empleos. En España, ambas firmas dan trabajo de forma directa a casi 20.000 personas. Por eso, es mejor salir reforzado para no dejar a muchas familias sin sustento.
Todo se propició tras la detención de Carlos Ghosn. La semana pasada, el principal creador de la Alianza fue arrestado por presunta mala conducta financiera. Está acusado de subinformar de ingresos por alrededor de 44 millones de dólares (casi 40 millones de euros) y un mal uso de los fondos de la compañía. A partir de ahí, antiguas guerras de poder surgieron entre Nissan y Renault.
Aunque la marca Nissan supera generalmente los números de Renault, tanto en ventas como en beneficios, la compañía japonesa tiene mucha menos influencia dentro de la Alianza. Solo posee una participación sin voto del 15% en la firma francesa, que a su vez tiene en su poder el 43% de Nissan, con derecho de voto. Algo que parece que no está dispuesta a seguir permitiendo.
La caída de Ghosn, quien diseñó la alianza entre Renault y Nissan, corre el riesgo de iniciar una batalla por el poder entre los dos fabricantes. Si bien ambas partes aseguran estar comprometidas con la asociación, Nissan se ha movido rápidamente para tener ventaja. Tras destituir a Ghosn como presidente la semana pasada, está buscando una revisión de la estructura de la Alianza y de los derechos a voto.
Por esto, el fabricante asiático pretende limitar el poder de Renault para designar a los miembros de su junta directiva. Según personas cercanas a la compañía recogidas por Bloomberg, la marca también estaría tratando de renegociar el poder de la firma gala para designar al nuevo jefe que mantendrá unida su Alianza. “Las esperanzas de una fusión Renault-Nissan ahora se han evaporado, pero la alianza estratégica continúa teniendo sentido debido a los enormes costes a los que se enfrenta la industria automovilística a medida que da el paso hacia la movilidad eléctrica y la conducción autónoma”, han asegurado los analistas de Bloomberg.
“Parece ser que a los únicos que la Alianza garantiza el futuro es a las factorías de Renault”
Por su parte, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha apuntado que la estructura de gobierno y participación de la Alianza no debería modificarse tras la destitución de Carlos Ghosn. Francia, que posee el 15% de Renault, ha asegurado que sería “preferible” mantener una participación cruzada como la actual. Le Maire ha destacado que quiere fortalecer la asociación y al mismo tiempo mantener las reglas. Entre ellas se incluye que el presidente de Renault desempeñe el mismo papel al frente de la Alianza.
TEMOR EN LAS PLANTAS ESPAÑOLAS
El porvenir está complicado. A todos los problemas relacionados con la adaptación de la industria automovilística hacia una movilidad sostenible se une la preocupación por la Alianza Nissan-Renault en las plantas españolas. Los primeros efectos se están notando. La dirección de Nissan ha informado al comité de empresa de su fábrica de Barcelona que las previsiones de producción para final de 2018 se situarán cerca de 78.000 unidades. Supone un descenso de más de 10.000 vehículos respecto a los augurios de principios de año.
Esta bajada de producción es debido, según han informado fuentes sindicales, al descenso en ventas del Navara, cuantificado en un 10%. La disminución de las entregas fue más acusada en el mercado del GCC, que sigue la línea de los últimos meses y no ha subido como habían previsto. En el resto de regiones la causa fue la nueva normativa de emisiones.
Los datos han hecho saltar las alarmas. Los sindicatos han transmitido a la dirección de Nissan su “preocupación” y han exigido que traigan más carga de trabajo a la planta “porque parece ser que a los únicos que la Alianza garantiza el futuro es a las plantas de Renault”. La guerra ha comenzado.
Nissan emplea en España a más de 5.000 personas. Por su parte, la plantilla de Renault en el total de sus instalaciones en el mercado nacional ronda los 14.000 empleados. Una batalla entre ellas podría hacer peligrar la situación de casi 20.000 trabajadores, ya que parece que las factorías no están en su mejor situación. Al menos las de Nissan.
RENAULT VA POR SU LADO
Pero en Renault también tienen miedo. Sus dirigentes sindicales en España han transmitido a los medios su preocupación por la repercusión que pueda desarrollar esta situación tanto en la organización de Renault como en sus empleados.
Sin embargo, la firma francesa no quiere perder poder. Además de las declaraciones del ministro de Finanzas francés, el nuevo CEO adjunto del grupo Renault, Thierry Bolloré, ha asegurado que la compañía se encuentra “perfectamente organizada para garantizar la continuidad del negocio”. La nueva dirección “garantizará la sostenibilidad de la Alianza. Nuestros objetivos son claros. Continuar trabajando en colaboración con nuestros aliados”.
MALA SITUACIÓN EN BOLSA DE RENAULT Y NISSAN
Está claro que cualquier problema se va a plasmar en la cotización de las compañías en bolsa. Y una complicación de tal magnitud significa un descenso más que considerable del valor de las empresas. Aunque los inversores esperaban una fusión entre Nissan y Renault, los últimos acontecimientos parece que la imposibilitan.
En lo que va de año, las acciones de Renault han caído casi un 30% en la bolsa de París. De los más de 83 euros que costaba cada participación en enero, en la actualidad apenas llegan a los 60. Después del anuncio de detención de Ghosn, en un solo día cayeron más de un 8%. Nissan tampoco se salva. Aunque su descenso es menos acusado. Desde principios de año, sus acciones han caído más de un 13%, hasta situarse por debajo de los 1.000 yenes (casi 7,8 euros). Su descenso el día del arresto del directivo fue superior al 5%.
Por su parte, la tercera pata de la Alianza, Mitsubishi, que se adherió a ella en 2016, tampoco está en su mejor momento. La marca acumula una bajada del 16% en bolsa. Además, se ha unido a Nissan y ha despedido a Ghosn como presidente de la compañía. Este paso parece que muestra su acercamiento a la firma japonesa ya que, por el contrario, Renault decidió mantener a Ghosn como CEO la semana pasada y nombrar a un interino.
“Continuar manteniendo Ghosn como nuestro presidente presentaría un riesgo de reputación para nuestra compañía. Honestamente, me sorprendí y me quedé totalmente en shock con una sensación de incredulidad”, ha explicado el director ejecutivo de Mitsubishi, Osamu Masuko.