Damm esquiva el parón en sus fábricas. «Tenemos suficiente stock para evitarlo», han asegurado fuentes de la compañía consultadas por MERCA2. No obstante, como todo el sector, está operando «con dificultades».
El cervecero es uno de los más afectados por la huelga indefinida de transportistas, iniciada hace una semana. El cierre patronal de miles de autónomos junto con los piquetes violentos ha obligado a algunas fábricas a parar la producción.
Tenemos margen de maniobra
Damm, al contrario que otras empresas de la competencia, no ha llegado a tener que cerrar o avisar de un parón temporal. Y es que, la empresa catalana controlada por la familia Carceller tiene sus propias vías de distribución. Son dos grandes canales para abastecer a la hostelería, con una gran capilaridad, con muchos distribuidores, mientras que utiliza al mismo tiempo plataformas logísticas para realizar los repartos. Asimismo, tiene stock suficiente para continuar elaborando la cerveza. Por estas razones, Damm continúa operando y produciendo. «Tenemos margen de maniobra«, han asegurado desde este gigante cervecero.
LA CERVEZA SALVA EN PARTE LA HUELGA PORQUE NO CADUCA
Además, otra de las buenas noticias para la empresa es que la cerveza no tiene fecha de caducidad, sino «fecha de consumo preferente. Es decir, tan sólo pierde propiedades desde el día señalado, que puede ser a años vista, y no es perjudicial si se consume a posteriori.
Este factor le diferencia claramente de otros productos alimenticios líquidos, como la leche, que sí tiene una fecha de caducidad y normalmente es a unos pocos meses vista. De hecho, la leche fresca tan sólo tarda unas 48 horas en ponerse mala, motivo por el que los ganaderos, especialmente en Galicia, están vertiendo miles de litros ante la imposibilidad de transportarla. Estas granjas no están diseñadas tampoco para un almacenaje y si no llega a tiempo a las fábricas no sirve para nada más que producir pérdidas.
Asimismo, las vaquerías están en constante producción porque a las vacas hay que ordeñarlas sí o sí cada doce horas. «Una vez acostumbradas, si no se hace mueren de dolor«, han apuntado fuentes conocedoras de este mercado. De esta forma, las granjas han comenzado a sacrificar reses y la alerta desde Galicia podría extenderse hacia otras zonas productoras de leche, como Cataluña, si la huelga se enquista.
LA TORMENTA PERFECTA SOBRE LA LOGÍSTICA
El problema de fondo es una tormenta perfecta que ha azotado a los transportistas, pilar fundamental en la cadena de alimentación y distribución. Es el eslabón que une todos los centros, sin él no es posible la actividad debido a los cambios profundos que se han dado en la logística en la última década. Las empresas han recortado costes de almacenamiento de stocks y operan a pocos días vista. En una economía saludable y global, es una optimización de los recursos y gastos.
Sin embargo, con la subida en espiral de los combustibles y el aumento de los precios de las materias primas, junto a la escasez de las mismas, ha hecho mella no sólo en los transportistas, sino también a los consumidores.
La situación aún puede agravarse. Y es que, cada día que pasa no sólo se suman los conductores profesionales, sino también agricultores y ganaderos. Por este motivo, el riesgo potencial de un total desabastecimiento es cada vez más real.
LOS CERVECEROS Y BARES TEMEN EL PARÓN
De hecho, Cerveceros de España ha asegurado que los graves incidentes registrados durante la huelga «pueden tener un gran impacto en el suministro de esta bebida». Así, ha puesto encima de la mesa el escenario de bares sin uno de los productos más vendidos, mientras que en los lineales de los supermercados podría empezar a escasear por los bloqueos en los centros de distribución. Y es que, los transportistas están escogiendo los objetivos con precisión quirúrgica. Plataformas de distribución, lonjas, puertos y grandes supermercados son los señalados con una cruz.
También han colocado camiones y piquetes en las principales vías de abastecimiento, como la A-6, que une a Madrid con la capital del marisco y el pescado. Miles de kilos están esperando en alta mar, dentro de las bodegas de los barcos, ante la imposibilidad de transportarlos desde los puertos. En algunas lonjas se han fletado furgonetas de mercancías para trasladarlas en aviones hacia Portugal, incrementando así su precio en unos cinco euros por kilo enviado. En total, pérdidas si los consumidores no están dispuestos a comprar a precios altos. El pescado congelado, por su parte, comienza también a escasear en los lineales.
EL CASO EXTREMO DE ESTRELLA GALICIA, AVISO A NAVEGANTES
Pero esta huelga también afecta a otros autónomos, como quienes dirigen un negocio de hostelería. Sin cerveza en la barra, la facturación podría desplomarse como mínimo un 25% en los bares pequeños. En los grandes establecimientos, con más de 10 empleados, la caída sería superaría el 40%, según los datos de la patronal cervecera. Con menores ingresos y tras dos años de pandemia, algunos locales no podrían aguantar o bien tendrían que recortar personal.
Además, las materias primas para la elaboración de la cerveza también se han disparado y comienza a escasear en el mercado. Con este paro del transporte, la entrega de estos ingredientes esenciales perjudicaría directamente a las productoras, que se verían obligadas a parar, como podría ocurrir en el caso de Estrella Galicia.
La firma gallega apuntó la pasada semana que en caso de no recibir los productos se vería obligada a la «paralización total de la actividad fabril» dada la «grave» situación en la que se encuentra. Y es que, el stock se encuentra en niveles críticos en sus centros logísticos y los camiones cargados no pueden circular debido a la acción de la huelga. Por el momento, ha parado por completo sus exportaciones.
EL DESABASTECIMIENTO, UNA POSIBILIDAD MUY REAL
Si bien, el Gobierno está poniendo todos los medios para parar a los huelguistas en los centros neurálgicos, no ha adoptado medidas para amortiguar las excesivas pérdidas que se están soportando en el primer eslabón de la cadena alimenticia: la producción. Sin siembra, pesca o el ordeño de las vacas las fábricas no tienen con qué producir, envasar o elaborar sus productos. Es un cierre total que habría que evitar a toda costa para un enquistamiento de la situación.
Sin embargo, el Gobierno se ha negado en reiteradas ocasiones a buscar soluciones con la Plataforma de Defensa de los Transportistas, con convocante de este cierre patronal. En cambio, sí lo hace con el Comité Nacional del Transporte (CNT), que representa a las asociaciones más grandes del sector, pero no a estos pequeños autónomos.