Vivimos ya en un mundo tecnológico y ya no sólo nos preocupamos de qué lavadora, televisor o PC comprar. Ahora nos preocupamos, y mucho, de productos que eran rarezas y ahora son casi de uso habitual como aparatos domóticos, gadgets varios y electrodomésticos del siglo XXI con las más variadas utilidades, sobre todo en plan robots. Pero hay uno que últimamente ha arrasado en muchos hipermercados, tiendas de electrodomésticos y online: la freidora sin aceite. Y es que combinan dos demandas enormes: la comodidad a la hora de cocinar, sin ensuciar y además hacerlo de manera sana y encima sin gastar en este caso aceite. Sin embargo, veamos que tiene también sus contraindicaciones y motivos para al menos pensarse si comprarlo o no.
1CÓMO FUNCIONA LA FREIDORA SIN ACEITE
Estos aparatos tan vendidos se basan en el uso del aire a altas temperaturas en sustitución del baño en aceite habitual, sobre todo en las freidoras convencionales. En este caso se filtra aún más el aceite entre los alimentos, aumentando mucho su valor calórico.
Por consiguiente, sin cocinamos sin aceite logramos un sabor más auténtico y puro, además de no meter a tu cuerpo grasas innecesarias y encima calentadas. Los datos están ahí: una freidora de aire puede reducir del 70 al 80% de las calorías del alimento en comparación con freír en aceite, y reducir la ingesta de grasas y calorías puede ayudar a una persona a perder peso y comer más sano. Parece todo muy perfecto, pero no es oro todo lo que reluce.