domingo, 15 diciembre 2024

Cuando la vivienda se da la mano con el arte

Hay ocasiones en las que el arte y la vivienda se dan la mano, con algunas casas que incluso parecen galerías de arte. Pero también hay casas que son representaciones de estilos artísticos. Una de las más famosas es la casa de Dalí en Cadaques, o la casa Batlló de Antoni Gaudí, verdaderos ejemplos y exponentes de la mezcla arquitectura y arte. Por otro lado, una de las mejores casas de subastas, Sotheby’s International Realty, vio la oportunidad de hacer de cada casa una obra de arte, y de que estas estuvieran a la altura de las pinturas y esculturas.

Esto llevó a la compañía a crear, en 1976, Sotheby’s International Realty. Para Alejandra Vanoli, directora general de VIVA Sotheby’s International Realty, «es fundamental contar con inmuebles donde las paredes, los espacios y los techos altos permitan que las obras cobren protagonismo y, aunque parezca que no, la localización de la casa también juega un papel fundamental».

Evidentemente, la pandemia ha cambiado las preferencias de la gente a la hora de buscar una casa. Ahora, según diferentes expertos del sector, «la búsqueda de espacios exteriores, terrazas, jardines y zonas donde se puedan desarrollar actividades al aire libre es una tendencia que está al alza», comenta Alejandra. Pero, sin embargo, «siguen siendo los palacetes o casas señoriales, incluso aquellos que han sido reformados pero que mantienen el carácter, la historia y la tradición, el marco preferido para aquellos que quieren exhibir obras de arte, sobre todo arte contemporáneo por aquello de crear contraste entre la antigüedad del inmueble y la modernidad de la pieza», concluye.

Atrás ha quedado también esa idea de exponer solo las obras de arte en el salón o dormitorios. Aurora Zubillaga, Managing Director de la casa de subastas Sotheby’s indica que «un pasillo, una cocina o, incluso un baño son espacios que la gran mayoría de las veces están infravalorados como zonas de exposición sin darnos cuenta que al ser zonas de paso se convierten en un buen punto de mira».

Son varias las viviendas en las principales capitales que son obras de arte

VIVIENDA EN ALMAGRO, MADRID

El barrio de Almagro representa lo que fue la aristocracia española en siglos pasado, no solo por la majestuosidad de sus edificios sino por guardar entre sus calles tesoros únicos como la Casa-Museo de Sorolla o el Palacio de Nerva. Un buen ejemplo es esta magnífica vivienda, situada en uno de los clásicos edificios aristocráticos del madrileño barrio de las Salesas, donde los techos con molduras y robustas terminaciones y los suelos estilo Versalles son el mejor escenario para exponer obras de arte.

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Incluso aunque los techos no sean especialmente altos, no es motivo para no atreverse con obras de grandes dimensiones. Además, tal y como señala Alejandra Vanoli, «la localización de la casa en un barrio señorial y con entrada de caballerizas y patio interior con fuente, le dan al inmueble un carácter único». Su precio es de 2,8 millones de euros y tiene 343 metros cuadrados de superficie construida.

VIVIENDA EN CALA MAYOR, MALLORCA

Otro de los ejemplos de esta mezcla de arte y vivienda es esta casa situada en la parte alta de Cala Mayor, muy cerca de Palma de Mallorca y con vistas al mar. En la construcción de la vivienda, se habilitó la pared de la escalera como el lugar perfecto para exponer obras de arte de las que cualquier invitado y sus propietarios pueden disfrutar.

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Esta gran propiedad con vistas al mar, de orientación suroeste, está situada en la parte alta de Cala Mayor, muy cerca de la playa, colegios internacionales, restaurantes, supermercados y todos los servicios. El centro de Palma se alcanza en 10 minutos en coche. Su precio es de 2,9 millones de euros, tiene 8 dormitorios y una superficie construida de 590 metros cuadrados.

CASA SERINYANA, CADAQUÉS

Este edificio modernista data del año 1913, y es el símbolo de la Costa Brava. Fue construida por el arquitecto Salvador Sellés i Baró, por encargo del médico barcelonés Octavio Serinyana. Fue inaugurada el 20 de septiembre de 1913 por su primer propietario, y el nombre de casa Blaua, con el que también se le conoce, viene por sus ventanas y puertas enmarcadas con elementos de cerámica azul. La casa se ubica en el paseo marítimo de uno de los pueblos marineros más exclusivos y a pocos metros de la orilla de la Playa Grande y abierta al mar Mediterráneo.

En todo este tiempo, la casa solamente ha cambiado de manos dos veces. Y parece que la tercera se resiste. Hace dos años, fue puesta a la venta por los propietarios por un precio de 22 millones. Ahora, parece que nadie está interesado y ha rebajado su precio a 15 millones de euros, según indican Sotheby’s y Engel & Völkers, encargadas de comercializar dicha casa.


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