El conflicto Rusia-Ucrania es un claro riesgo para la economía mundial y puede hacer un agujero en la economía de quienes trabajan en España. Los precios de la energía se puede disparar y la escalada inflacionista continuar su particular fiesta, dejando helados a los asalariados. El problema es que convenios colectivos no cubren ni de lejos el incremento del IPC y la situación actual no hace pensar que la inflación baje. La perspectiva es negra de cara a 2022 en cuanto al poder adquistivo de los bolsillos de los españoles. Aún peor, puede haber un agujero colosal entre el IPC y el aumento de los salarios. Los más afectados son y serán los trabajadores de ingresos más bajos. La inflación se mantiene como el «impuesto» más injusto y el presidente de Rusia, Vladimir Putin puede hacer que siga aumentando.
LA ENERGÍA
El Índice de Precios de Consumo (IPC) llegó en tasa interanual al 6% en enero, cinco décimas por debajo de la tasa de diciembre (6,55). Según Estadística, en este comportamiento destaca la bajada de los precios de la electricidad, frente a la subida que registraron en enero de 2021. Además, podrían subir los precios de los alimentos y provocar una situación inflacionista difícil de atajar.
En este punto, hay que señalar que los salarios pactados en convenios colectivos han comenzado 2022 con más empuje, con un incremento salarial del 2%, según los datos provisionales publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo. Se trata en su mayoría de convenios firmados antes de que arranque el año y con efectos económicos en enero, en los que asciende el aumento salarial respecto al cierre de 2021, cuando los sueldos aumentaban un 1,47%. Los que están a salvo son los pensionistas porque el Gobierno cubre la diferencia entre la subida prevista y la inflación. Así, el Consejo de Ministros ha aprobado la revalorización de las pensiones para el año 2022, que supone la subida del 2,5% para las contributivas y de las Clases Pasivas del Estado y el incremento del 3% de las pensiones mínimas y de las no contributivas, entre ellas el Ingreso Mínimo Vital. Asimismo, se ha aprobado una paga compensatoria por la desviación de inflación que se produjo el año pasado.
TENSIÓN EN TORNO A UCRANIA
La tensión entorno a Ucrania se está intensificando. La perspectiva de sanciones a Rusia amenaza con aumentar aún más los precios de productos básicos clave para la economía mundial.
Los mercados han estado al límite durante semanas, y un conflicto real, o sanciones, podría aumentar aún más los precios de la energía y los alimentos, y empujar a Europa hacia una gran crisis de suministro. «Las crecientes tensiones geopolíticas amplifican aún más el problema de los productos básicos, dado el impacto de gran alcance de Rusia en los mercados mundiales de materias primas», dijo JP Morgan en un informe.
Toda esta situación pone en un compromiso a muchas empresas, lo que a su vez supone una amenaza para el empleo. Los efectos pueden no deseados tienen que ver con la reducción de la actividad y los ingresos. La cuestión es cómo puede afectar a la fabricación de los productos y a la entrega de los mismos. Si no se cumple con la demanda, bajarán los ingresos y eso puede ser letal. El otro punto es que puede afectar al pago de los créditos. No obstante, los préstamos ICO la banca tiene una buena parte cubierta gracias al Estado. l aval ascenderá como máximo al 80% de la operación, mientras que en empresas que no reúnan la condición de pyme el aval cubrirá como máximo el 70% de nuevas operaciones y el 60% de operaciones de renovación.
INFLUENCIA EN LA MOROSIDAD
Está por ver cómo puede afectar la escalada Rusia-Ucrania a estos pagos. Al respecto, el próximo 30 de junio finaliza el periodo de carencia de los préstamos con aval del ICO lanzados por el Gobierno en la primavera del 2020. Banco Santander es la entidad más expuesta a a estos préstamos.
También finalizan ese día la moratoria concursal iniciada a la vez que el resto de medidas iniciales de choque contra la pandemia.
En el mes de noviembre, la tasa de morosidad bancaria se situó en el 4,3%, según los últimos datos del Banco de España. No obstante, la morosidad media de la banca podría aumentar hasta el 7% en 2022, según Neovantas. La morosidad media de la banca podría ascender en 2022 hasta el 7%. Ahora bien, no sobrepasará este nivel, según el Informe anual 2021 y perspectivas para 2022 del sector bancario elaborado por Neovantas.
Las provisiones de las entidades financieras se situaron en 38.276 millones de euros en noviembre, 550 millones por debajo del mes anterior, un 1,4% menss. Se trata de su tercera caída mensual consecutiva, y el menor nivel desde mayo de 2020.
LA PRESIÓN PARA EL BCE
Los encargados de la política monetaria se encontrarían en una situación aún más compleja. Por un lado hay quien cree que el Banco Central Europeo (BCE) apostará por flexibilizar aún más la política monetaria en un intento por amortiguar el impacto en la confianza de los agentes y en los mercados.
Según los analistas, «un aumento adicional en los precios de la energía en los próximos meses sería el tipo de shock de oferta temporal que el BCE tendría que analizar». Agregan que, en principio, no debería adelantar las subidas de tipos«. En cambio, el supervisor europeo «podría incluso intervenir abriendo temporalmente los grifos de nuevo con más fuerza para asegurarse de que los mercados financieros sigan transmitiendo el estímulo monetario a la economía real», dijeron.