miércoles, 11 diciembre 2024

La aplicación del impuesto de transacciones financieras activará la operativa online

El pasado viernes 19 de octubre el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto de ley sobre, entre otros, el impuesto a las transacciones financieras. Dicho impuesto, consiste en gravar las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por los operadores de mercado, es decir, los brókers, con un 0,2% sobre el importe de la transacción.

Aplicará únicamente para las cotizadas de más de 1.000 millones de euros de capitalización, lo que gravará, si supera la aprobación parlamentaria, a todos los valores del Ibex-35, a excepción de DIA, y aproximadamente a otros 30 valores del Mercado Continuo. No gravará a las acciones de pymes, empresas no cotizadas y derivados. Tampoco gravará las operaciones del mercado primario, es decir, todas aquellas que supongan una operación pública de venta o una suscripción de acciones (OPV’s y OPS’s).

Será un impuesto que devengará mensualmente sobre la base de las transacciones anteriormente comentadas. Y que su objetivo de recaudación, calculado en unos 850 millones de euros, irá destinado a cubrir parte del sistema público de pensiones.

Este nuevo impuesto sienta un precedente en el entramado inversor minorista que deberá estar mucho más pendiente de los mercados financieros y tendrá que “implicarse” mucho más en sus decisiones como inversor. Tradicionalmente el inversor español, que principalmente centra su atención en el mercado nacional, no ha prestado atención real a la evolución de los mercados, muchos de ellos nunca han visto un gráfico de velas y nunca han comprado un valor a “golpe de click”.

Es cierto que el origen del perfil tradicional de un inversor español viene precisamente de una pobre cultura financiera de la sociedad y que por desconocimiento o por desinterés siempre ha pensado que la Bolsa es “demasiado compleja”. En este sentido, el inversor del siglo XXI ha buscado en las entidades online la solución la respuesta a sus necesidades. Ya son conscientes de que deben tener opinión crítica sobre la evolución de los mercados, del sector o del valor de su interés y que deben tomar sus propias decisiones como inversor.

Estas entidades online deben cumplir con la normativa y la regulación del supervisor del mercado (CNMV), trabajar conjuntamente con entidades nacionales para la depositaría y el custodio de los activos de sus clientes y ofrecer unas herramientas y servicio competitivos. Dicha herramienta de trabajo tendrá que ser potente, fiable y de fácil uso. Tendrá que ofrecer acceso a todos los mercados, sin limitaciones y siempre con tiempo real. Herramientas de análisis y operativa lo suficientemente completas para tener controlado todos los aspectos de una operación (compra, gestión del riesgo, objetivos de inversión y cierre de posición).

Darío García, analista de XTB


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