Enagás ha registrado una caída moderada del 9% respecto a 2020. La compañía obtuvo un beneficio neto de 403,8 millones de euros en 2021. Un descenso que supera ligeramente las estimaciones del -11% y que le permite ganar lo suficiente como para superar ampliamente el objetivo establecido para el año de 380 millones de euros. En cualquier caso, los resultados de Enagás dividen a los analistas entre los que recomiendan comprar y los que recomiendan la venta de acciones.
El análisis que hace Bankinter señala que los motivos de la caída son conocidos y esperados por el mercado. Por un lado, el recorte en ingresos regulados contemplado en el nuevo marco regulatorio para el periodo 2021-2026. Por otro, menores ingresos por diferencias de cambio debido a la compra de dólares para la compra de su filial en Estados Unidos, Tallgrass, el año pasado.
Estos dos factores negativos han sido parcialmente compensados por una mayor contribución de las filiales internacionales (+24%), gracias al comienzo de la aportación de TAP (Trans Adriatic Pipeline, el oleoducto desde el Mar Caspio y Oriente Medio a Europa Occidental).
Según la entidad bancaria, el resultado de las filiales ya representa el 40% del beneficio neto actualizado (BNA) del grupo. Además, el coste de la deuda se reduce al 1,7% desde 1,9% el año pasado. «A pesar de la caída en BNA en 2021 y el menor atractivo inversor hacia las empresas reguladas en un entorno de recuperación económica y de repunte de rentabilidad de los bonos, mantenemos la recomendación de compra con una perspectiva de medio plazo», afirman los analistas de Bankinter.
El criterio favorable a la compra de valores se sustenta en la atractiva rentabilidad por dividendo y con alta visibilidad. La rentabilidad se sitúa por encima del 9,0% en 2021-2026. Pese a la caída el compromiso de la compañía es mantener el dividendo gracias a la fuerte generación de cash flow y a la ausencia de inversiones relevantes en el periodo. A partir de 2026 y asumiendo un pay-out del 90%, la rentabilidad se situaría por encima del 6,0%, que continúa siendo atractiva.
Por otro lado, Enagás mejora sus expectativas de Tallgrass Energy gracias a la recuperación de los precios del petróleo y de los volúmenes contratados. La filial americana representa el 50% de las inversiones del grupo fuera del negocio regulado en España.
La venta del 45% de planta de regasificación Quintero (Chile) se circunscribe también a esta tendencia favorable. La operación podría materializarse pronto con plusvalía. La participación representa alrededor del 10% del grupo. Por otro lado, la apuesta y desarrollo de la tecnología vinculada al hidrógeno verde supone una oportunidad de crecimiento a medio y largo plazo para el grupo.
RECOMENDACIONES DE VENTA
Pero los mismos resultados han ocasionado reacciones contrarias. De hecho, tras la publicación de las cuentas de Enagás, Morgan Stanley corroboraba sus sugerencias de venta de los títulos de la gasista, a los que asigna un precio objetivo de 16 euros.
La media del consenso de analistas se sitúa en 19 euros, lo que ofrece un potencial de retorno de cerca del 8% respecto a su cotización actual. El dividendo, por tanto, se posiciona como un factor diferencial y atractivo para captar el interés inversionista en Enagás.
ABRIR SU FILIAL RENOVABLE A MÁS SOCIOS
Enagás no descarta abrir el capital de su filial renovable a más socios, tras la entrada de Clean H2 Infra Fund, fondo gestionado por Ardian y FiveT, en el accionariado de Enagás Renovable con una participación del 30%.
En una rueda de prensa, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, indicó que la alianza con el fondo «no es un pacto excluyente» y que, siempre con el visto bueno de ambos, se podría dar entrada a algún socio más.
De todas maneras, el directivo afirmó que el proyecto se encuentra todavía en una fase muy prematura, pendiente de cerrar el equipo que estará al frente de la filial, aunque «en función de los proyectos estaríamos encantados de tener más socios», añadió.
La entrada en el accionariado de Enagás Renovable de un socio financiero como el fondo gestionado por Ardian y FiveT permitirá al operador de la red gasista, que mantendrá una participación del 70% en el capital, acelerar el desarrollo de la cartera de proyectos de producción y comercialización de biometano e hidrógeno diversificando riesgo.
Enagás Renovable tiene una cartera de más de 50 proyectos de hidrógeno y biometano con más de 70 socios, con una inversión total a movilizar cercana a los 4.500 millones de euros hasta 2030.
De ellos, más de 30 corresponden a hidrógeno renovable, que van desde proyectos de hubs a clúster industriales, corredores (infraestructuras y movilidad), entre otros, y cuya inversión prevista superaría los 4.000 millones de euros. Otros más de 20 proyectos se refieren al impulso del biometano, con una inversión de unos 300 millones de euros.
Los proyectos más avanzados de Enagás Renovable, filial fundada en 2019, representan en conjunto más de 750 megavatios (MW) de electrólisis, que tienen como fecha de operación comercial estimada entre 2023 y 2026, y suponen en torno al 20% del objetivo de hidrógeno de España en términos de capacidad instalada para 2030.
HIDRÓGENO RENOVABLE
A este respecto, el nuevo consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, señaló la importancia que tendrá «el factor escala» para producir hidrógeno verde a un precio competitivo en el futuro, para lo que «las oportunidades de crear consorcios reuniendo empresas de distinto tamaño va a ser muy importante», añadió.
Gonzalo Aizpiri también descartó un cambio de nombre en la compañía, ya que el negocio a futuro está focalizado en «aprovechar el rol que van a tomar otros gases dentro de la transición energética y la descarbonización». «Seguimos hablando de moléculas de gas y un nombre como el de Enagás es perfectamente válido», dijo.
Lo que sí que consideró el nuevo ejecutivo de la compañía es que a lo largo de este año habrá que «dar más claridad sobre los proyectos y cuándo se van a ejecutar» que se contemplan en la Visión 2030 del grupo.