La compañía cervecera holandesa Heineken obtuvo un beneficio neto de 3.324 millones de euros en 2021, frente a las pérdidas de 204 millones contabilizadas en el ejercicio anterior, informó la multinacional, que ha advertido de que las subidas de precios en respuesta al alza de los costes pueden afectar al consumo.
Los ingresos de Heineken durante el pasado ejercicio sumaron 26.583 millones de euros, un 11,8% más que en 2020, mientras que el volumen de cerveza comercializado aumentó un 4,3% en el año, hasta los 231,2 millones de hectolitros.
Descontando atípicos y amortizaciones, los ingresos de Heineken en África, Oriente Próximo y Europa del Este aumentaron un 13,6%, hasta 3.159 millones; en América las ventas sumaron 7.226 millones, un 14,3% más; en Europa alcanzaron los 9.494 millones, un 10% más; y en Asia Pacífico un 2,1% más, hasta 2.764 millones.
Heineken destacó que a finales de 2021 había logrado ahorros brutos de cerca de 1.300 millones, en referencia al programa de productividad lanzado a finales de 2020 con el objetivo de lograr un ahorro bruto estructural de 2.000 millones de euros para 2023 en relación con la base de costes de 2019 y que incluía un ajuste de plantilla de unos 8.000 trabajadores.
«De cara al futuro, aunque la velocidad de la recuperación sigue siendo incierta y enfrentamos importantes desafíos inflacionarios, nos sentimos alentados por el sólido desempeño de nuestro negocio y la forma en que EverGreen está tomando forma», declaró Dolf van den Brink, presidente y consejero delegado de la empresa.
De cara al futuro, Heineken ha subrayado que «existe una mayor incertidumbre» ante la evolución de los costes por que actualizará sus proyecciones para más adelante.
En 2022, la compañía prevé seguir atravesando un entorno incierto y asume que la Covid-19 seguirá teniendo impacto en los ingresos, con una recuperación progresiva de los mercados de Asia Pacífico durante el año, mientras que la recuperación total del comercio en Europa puede llevar más tiempo.
También esperamos vernos afectados significativamente por la inflación y las presiones de la cadena de suministro», ha anticipado la multinacional, que compensará los aumentos en el coste de los insumos a través de la fijación de precios, «lo que puede conducir a un consumo de cerveza más suave.