Está claro que estamos en una nueva época, y que si Internet cambió nuestras vidas, las nuevas vueltas de tuerca del Internet de las cosas y de la digitalización ya de toda nuestra vida diaria afecta también al consumo o a los bancos. Pero mientras muchos jóvenes y gente de mediana edad confía ya en banca online, los más mayores quieren seguir yendo a su sucursal de toda la vida, conocer a su cajero y realizar todos los trámites en persona. Problema: que eso ya no es rentable para la banca, que cierra miles de ellas. La queja de nuestros mayores ha ido creciendo y el sector ha tenido que reaccionar con una ampliación de horario y nuevas medidas.
1TECNOLOGÍA FRENTE A HUMANISMO
Muchos mayores han dicho basta y se lanzaron a protestar por el cierre masivo de sucursales, que les afecta sobre todo en áreas rurales, donde igual deriva que tengan que desplazarse a otro pueblo a retirar dinero o cobrar un cheque. Además, han denunciado una progresiva deshumanización de la banca. Atrás quedan esos tiempos donde tu banquero era casi de la familia, te atendía, te llamaba, te aconsejaba, si bien hay otro lado a tener en cuenta: esa dependencia y colegueo hacía que el cliente confiara ciegamente su dinero para inversiones y productos poco convenientes. La ventaja hoy en día de lo digital es que te puedes informar en mil foros y páginas, invertir cómo y donde quieras y en los productos que más te convengan. Pero eso no va con la mayoría de los mayores, que solo quieren realizar las tareas básicas y de siempre, con una persona amable que les atienda en su sucursal más cercana.