Por primera vez en España, alumnos formados al 50 % con simulador de coche empiezan a obtener su carnet de conducir a través de los cursos organizados por la autoescuela oscense ACF Drive. Con simuladores Simescar de Simumak, la autoescuela oferta cursos más asequibles, ágiles y con mayor calidad de formación, gracias al uso de simuladores de conducción diseñados para autoescuelas.
La autoescuela oscense ACF Drive ha puesto en marcha cursos para obtener la licencia B de conducir en los que la mitad de las clases prácticas se realiza con Simescar, logrando tener alumnos formados al 50 % con simulador. Ya cuenta con el primero de los aprobados con este sistema y más de una docena de alumnos en el proceso de obtenerlo.
Con años de experiencia en el uso de simuladores, la autoescuela concentraba su empleo en cursos específicos de seguridad o prevención de riesgos laborales. También se usaba esporádicamente el simulador de coche por alumnos que se apuntaban para obtener el carnet de conducir por primera vez.
Fue en estos últimos casos en los que los profesores comenzaron a apreciar que aquellos alumnos que habían pasado por algunas clases de simulador se enfrentaban a su primera clase práctica con coche real con mucha más confianza y seguridad. Dominaban mejor los controles, se les calaba menos el coche, estaban más tranquilos y, por ello, aprovechaban mejor sus clases prácticas. Así, daba la impresión de que no empezaban desde cero.
ACF Drive cuenta con simuladores desde 2006 y, concretamente, con un simulador de coche Simescar desde 2016. Hace tres años, introdujo para todos los alumnos una serie de horas que necesariamente se tenían que realizar en el simulador. Con el tiempo, al detectar los profesores esta ventaja de los alumnos que usaban el simulador de coche frente a los que empezaban de cero la empresa, decidió diseñar un curso específico en el que la mitad de las clases prácticas se realiza con simulador.
Curso diseñado para el simulador
ACF Drive ha distribuido los contenidos didácticos de sus prácticas de modo que la mitad de los objetivos puedan alcanzarse con el uso del simulador Simescar y su plan formativo. La empresa también ha readaptado la forma en la que hasta ahora usaba el equipo, potenciando el papel del instructor.
De este modo, aunque la formación se realiza de forma autónoma (el alumno navega por un plan formativo, construido con ejercicios de dificultad creciente), el instructor está disponible para resolver dudas y orientar el itinerario formativo del alumno. El proceso llevará a contar con una prueba interna de evaluación para comprobar que el alumno ha alcanzado los objetivos didácticos previstos con el simulador y, a partir de ahí, pasará a realizar sus prácticas en vehículo real.
Obtener la licencia de conducir con simulador
Aunque la iniciativa de ACF es reciente, apenas una docena de alumnos se está formando y ya se aprecian muchas de las ventajas que ofrece la formación vial con simuladores de conducción. Entre otras, el ahorro, ya que los cursos con un 50 % de prácticas en simulador resultan más baratos para el alumno. También acelera el aprendizaje, porque el alumno llega a las prácticas con coche real mucho más tranquilo y eso facilita la asimilación de nuevos conceptos.
Por otro lado, puede mejorar el resultado en el examen, porque el simulador permite entrenar muchas situaciones diferentes, que quizá no se den en las prácticas reales (clima con nieve, obstáculos inesperados, conducción nocturna…). Por último, reduce las emisiones, ya que el ahorro de combustible supone una gran cantidad de emisiones que no van a la atmósfera.
Un simulador para las autoescuelas
El simulador Simescar de Simumak ofrece un avanzado software de alto realismo y mandos similares a los de un vehículo real. Con el plan formativo y unos informes detallados, resulta una herramienta de alto valor para la formación en autoescuelas.