El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha propuesto a sindicatos y empresarios elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 996 euros mensuales, 31 euros por encima de la cantidad actual (965 euros mensuales por catorce pagas), con efectos desde el 1 de enero, según han anunciado este lunes la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, y el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, no ha confirmado la cifra por «respeto» a la negociación y se ha limitado a decir que la senda recomendada por los expertos se mueve en un ascenso para este año de entre 22 y 40 euros al mes. En todo caso, ha confesado abiertamente que a ella le gustaría «tener un salario mínimo de 1.000 euros», como piden los sindicatos.
«Yo voy a escuchar todas las posiciones. Los sindicatos siempre quieren más y los empresarios, menos. Yo hago un poco de equilibrio entre las partes», ha explicado Díaz en la rueda de prensa posterior a la reunión celebrada entre el Gobierno y los agentes sociales para abordar la subida del SMI.
De hecho, la propuesta del Gobierno se sitúa en la banda media de lo recomendado por el Comité de Expertos sobre el SMI, que aconsejó una subida de entre 24 y 40 euros para este año, si bien la cantidad ofrecida por Trabajo se encuentra por debajo de los 1.000 euros que demandan los sindicatos.
Una vez realizada la propuesta, sindicatos y empresarios se darán un tiempo, hasta este miércoles, para consultar y debatir el ofrecimiento del Ministerio en sus respectivos órganos de dirección.
El mismo miércoles, a las 12.00 horas, se celebrará una nueva reunión, que concluirá con acuerdo o sin acuerdo, pero con una decisión que, según la vicepresidenta, se llevará al Consejo de Ministros para su aprobación inmediata.
«Veremos si acaba con acuerdo bipartito o tripartito, pero lo realmente importante es que haya diálogo social», ha subrayado Díaz, que ha añadido que este incremento del SMI, que afectará a unos dos millones de personas, es «la mejor herramienta para avanzar en la igualdad».
«MENSAJE FUERTE» A LOS TRABAJADORES
La presencia de la ministra de Trabajo en estas reuniones no es habitual, como ella misma ha señalado en la rueda de prensa. Su asistencia se ha producido unos días después de una ajustada votación en el Congreso para convalidar la reforma laboral.
Díaz ha acudido a este encuentro entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para «mandar un mensaje fuerte» al país y demostrar que el diálogo social «es la mejor herramienta para construir país» y para salir de la crisis «con la mayor igualdad posible».
Seguiremos trabajando por el bien común en nuestro país, le pese a quien le pese», ha recalcado la ministra, al tiempo que ha defendido que la subida del SMI «mejora la economía, a pesar de las voces agoreras.
Además, Díaz ha insistido en que «el Gobierno tiene una voz única sobre esta materia» y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «lidera la subida». También ha aclarado que el alza no se vinculará al IPC, porque «no sería saludable para los trabajadores».
En este sentido, ha recordado que el Ejecutivo ha elevado el SMI un 31% «alejado de las fluctuaciones del IPC». De cara a 2023, ha mantenido que «está todo escrito en el 60% del salario medio de España».
La vicepresidenta también ha anunciado que defenderá esta medida en el ámbito europeo, en el Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (Epsco) informal de Burdeos el próximo lunes.
Solo hay dos países que no han subido el SMI en Europa, lo que indica que toda la Unión Europea (UE) está caminando en la misma dirección y es que necesitamos proteger a los que menos tienen», ha agregado la ministra.
LOS SINDICATOS SIGUEN PIDIENDO 1.000 EUROS PARA ESTE AÑO
Por su parte, los representantes sindicales han señalado que siguen demandando que el SMI llegue a 1.000 euros al mes en 2022 y han advertido de que, «se acuerde lo que se acuerde», la subida deberá aplicarse con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año.
«Nosotros le hemos solicitado que sean los 1.000 euros comprometidos que se habían cerrado en septiembre del año pasado», ha subrayado Mariano Hoya, de UGT.
Sobre la postura empresarial, Mari Cruz Vicente ha indicado que la CEOE no se han manifestado «de una manera concreta», pues querían conocer la propuesta del Gobierno para luego trasladarla a sus órganos internos.
CEOE ESTUDIARÁ LA PROPUESTA «A NIVEL INTERNO»
Por su parte, fuentes de la CEOE han indicado a Europa Press que trabajarán «a nivel interno» con la propuesta del Gobierno y que, de momento, no harán ninguna valoración adicional.
A mediados de septiembre del año pasado, el Ejecutivo acordó con los sindicatos elevar el SMI hasta los 965 euros con efectos desde el 1 de septiembre de 2021, estableciendo también en dicho acuerdo el compromiso de que, mediante su «progresiva revisión» en 2022 y 2023, alcanzara el 60% del salario medio antes del fin de la legislatura, tal y como determina la Carta Social Europea suscrita por España y como prometió el Gobierno de coalición.
De dicho acuerdo quedaron descolgadas las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme, que entendían que no era el momento de elevar el salario mínimo dado que la economía española estaba en los inicios de la recuperación y la creación de empleo podría verse dañada.
Un argumento similar es el que está esgrimiendo actualmente el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, para rechazar una subida del SMI hasta los 1.000 euros que reclaman los sindicatos. El dirigente empresarial advirtió la semana pasada de que subirlo hasta esta cantidad podría provocar una «contracción importante del empleo», pues aún hay empresas que no se han recuperado de la crisis, sobre todo las más pequeñas.