Pensar ahora en las vacaciones de verano del año que viene es, cuanto menos, complicado. Sin embargo, si se busca hacer un gran viaje, es recomendable seguir ciertas pautas que ayuden a ahorrar lo necesario para poder, llegado el momento, permitírselo.
Plantear un gasto elevado para reservar el viaje soñado no siempre es sencillo. A los billetes de avión hay que sumar los gastos de alojamiento y de manutención en destino, más allá de sumar también las excursiones o extras que quieran hacerse. Desde actividades deportivas, pasando por compras.
¿Quién no querrá probar algún deporte acuático en Bora Bora? ¿Y comprar en NY algo en Tiffany’s? ¿Por qué no probar suerte en los mercadillos de antigüedades londinenses? ¿Y un granate en Praga?
Son este tipo de caprichos los que, pasado el tiempo, acaban siendo un recuerdo y una pieza inolvidable. Pero para ello hay que preparar un remanente que lo permita.
¿Cómo ahorrar para el viaje soñado?
Obviamente cada cual tiene sus trucos, pero hay tres fórmulas infalibles:
- Un bote en el que se van metiendo durante todo el año los billetes de 5€ que acaben en el bolsillo al llegar a casa. Al principio es complicado porque a todo el mundo le vienen bien para el día a día, pero calcular cuánto podría suponer al cabo de cada mes para de verdad cumplir un sueño es vital. Se trata de quitarse caprichos e imponerse una cantidad fija cada semana que hay que cumplir sin excusas. A las malas, en un momento dado si es de vital importancia se puede rescatar y luego reponer.
- Probar suerte con la fortuna: quinielas, loterías y, por qué no, casinos online. La opción de apostar una cantidad preestablecida en un site como Casino 777 y probar suerte entre alguno de los juegos que, de manera segura, permiten a cada jugador tentar la fortuna puede ser interesante para ver si parte de la financiación llega por sí sola.
- Buscar patrocinadores: ¿has pensado en hacer del viaje algo distinto? Prueba a intentar aportar un granito de arena en destino y buscar patrocinadores locales que sean capaces de, aunque en pequeñas cantidades, te financien parte de la aventura. Por desgracia, cualquier rincón del planeta necesita de voluntarios y de ayuda para ciertos colectivos. ¿Por qué no hacer de tu viaje algo útil para la sociedad?