Convivir con un gato es una experiencia única, aunque también es una enorme responsabilidad. Los felinos son seres realmente peculiares, una especie domesticada, pero con una parte indomable a la que la familia tiene que adaptarse. Suelen tener una fuerte personalidad, con costumbres y manías que puede que nunca lleguemos a comprender del todo, pero que hay que aceptar y que forman parte de su forma particular forma de ser.
Aquí surge una de las dudas más frecuentes, ¿puedo dormir con mi gato o, por el contrario, es un hábito nada recomendable?
1DORMIR CON TU GATO, ¿SÍ O NO?
No son pocas las personas que se acurrucan con su felino o felinos, y es que es difícil negarse cuando se suben a la cama o al sofá y ronronean o mueven las patas como si amasaran la manta o la colcha, un gesto que indica que se sienten cómodos, seguros y felices.
Sin embargo, en ciertas ocasiones, lo más conveniente es resistirse a sus encantos y acostumbrarles a dormir en su propia cama, incluso en su propia habitación, ya que el contacto estrecho durante las horas nocturnas puede afectar al ciclo del sueño o provocar enfermedades respiratorias.