El sindicato SFF-CGT ha convocado huelgas para las trabajadoras y trabajadores de las empresas Adif y Renfe el próximo día 31 de octubre en protesta por la falta de personal y de material, averías, retrasos, así como por la próxima liberalización del transporte nacional de viajeros que traerá consigo nuevos contratos low cost.
La situación laboral en Renfe lejos de solucionarse se encalla. A los trabajadores les preocupa la próxima liberalización del transporte nacional de viajeros por ferrocarril que impone el IV Paquete Ferroviario de la UE, “así como las preocupantes noticias de la luz verde dada por la CNMC al proyecto de Intermodalidad de Levante (ILSA) para operar entre Madrid y Montpellier y el anuncio de Arriva Spain Rail (propiedad de la operadora ferroviaria alemana Deutsche Bahn) para operar una línea ferroviaria internacional de viajeros entre A Coruña y Oporto en 2019”.
Debido a la entrada de futuros nuevos competidores desde el sindicato SFF-CGT –representante del 12% de los trabajadores– aseguran que en Renfe no se producirán nuevas contrataciones, sino que los contratos con sueldos más bajos será lo común. En las nuevas compañías “habrá trabajadores que hagan lo mismo que la empresa estatal y cobren menos. Ya en Renfe los nuevos empleados que entran cobran un 40% menos del salario”, denuncia José López Toledo, secretario de comunicación de CGT.
De ahí que se muestren totalmente en desacuerdo la liberalización del sector ferroviario en España previsto para 2020 ya que creen que “se ahorrarán dinero en partidas tan importantes como la seguridad”.
Según el sindicato la privatización de 12.000 kilómetros de vías por valor de 322 millones de euros, que serán gestionados por empresas privadas sin un control que garantice adecuadamente un mantenimiento correcto y la seguridad. Debemos tener en cuenta que las empresas privadas siempre tienden a garantizar rentabilidades por encima de cuestiones más importantes, a lo que debemos sumar la falta de control público de este mantenimiento y a lo que unimos la historia reciente sobre los sobrecostes que se han producido en la obra llevada a cabo en este país con dinero público.
Así, entre las consecuencias de la privatización el sindicato destaca el encarecimiento y deterioro de los servicios, el abandono de líneas, el aumento de los accidentes y la disminución de los derechos laborales.
FALTAN 600 TRABAJADORES EN RENFE
Asimismo, el colectivo sindical calcula que se necesitan entre 500 y 600 trabajadores nuevos en Renfe y Adif para dar un servicio sin problemas ocasionados por la actual falta de personal o de material, averías, retrasos o deterioro de la infraestructura.
También denuncian que “existe una tasa de reposición global que es totalmente insuficiente y que dificulta el mantenimiento de la producción en términos tolerables”.
Por último, reclaman la aplicación de la Ley que mandaba la negociación, para reducir la jornada de las 40 horas semanales a 37,5 y que conllevaría el aumento del empleo joven y el rejuvenecimiento de las empresas, que ahora mismo se sitúa en torno a los 55 años.