viernes, 22 noviembre 2024

Cataluña deja en vía muerta a la eólica frente a la fotovoltaica

Cataluña tiene todos los requisitos posibles para poder ser una de las grandes potencias en energía renovable, tanto en eólica como fotovoltaica. La combinación del viento y Sol harían posible una menor dependencia de la energía nuclear y evitar la importación de energía de Aragón y Francia, como ocurre ahora. Sin embargo, las élites políticas no han puesto en marcha ningún gran parque de renovables, ni fotovoltaico ni eólico, en los últimos diez años y tan sólo cinco proyectos fueron aprobados el pasado año.

UNA SITUACIÓN INCONGRUENTE EN CATALUÑA

El debate se centra ahora en la dependencia energética de Cataluña, según ha asegurado Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Asociación Empresarial Eólica, en una conversación con MERCA2.

siemens gamesa
Aerogeneradores de Siemens Gamesa – SIEMENS GAMESA – Archivo

Cataluña fue la pionera en España en la energía renovable. Hace 36 años se instalaron los primeros aerogeneradores, con una potencia de apenas 24 kw. Desde 2009, tan sólo se ha aprobado un proyecto conformado por inversores pequeños y ajenos a las grandes empresas, con un potencia de 2,4 MW. En este momento, los promotores eólicos se aferran a la moratoria dada por la Generalitat para poder poner en marcha los parques y proyectos que aún no se han revisado. De obtener los permisos, Cataluña dejaría de depender de terceros para poder abastecer de electricidad a la Comunidad, incluyendo las grandes fábricas.

LA GENERALITAT ELIMINA A LA EÓLICA CON UNAS DURAS CONDICIONES

Sin embargo, los derroteros van en sentido contrario. Cuanto más tiempo ha dado la Generalitat para poder tramitar los proyectos, menor es la instalación. De hecho, hasta ahora ninguno de los proyectos presentados ha pasado el corte. Las respuestas dadas por la Administración son peregrinas o muy banales, sin dar pie a una contrarréplica y subsanar los posibles errores. «No es aceptable» o «no cumple con algún requisito» son algunas de las contestaciones de los funcionarios, ha lamentado Willstedt.

La situación para la eólica en Cataluña es muy complicada respecto a la fotovoltaica. Ésta última ha visto como se ha incrementado el autoconsumo en el territorio de forma exponencial, pero nada de grandes proyectos. «No es suficiente este autoconsumo«, ha considerado el directivo de la Asociación Empresarial Eólica. Y no lo es por un motivo muy significativo. Las placas en los tejados no generan la suficiente potencia para poder poner en marcha una fábrica.

Desde la asociación afirman que el parón en las renovables se debe a la moratoria encubierta a las nuevas instalaciones implantada en 2019. En 2021, el Govern sacó adelante un nuevo decreto para evitar que los avales vencieran entre abril y junio de este año. Un balón de oxígeno de unos pocos meses que expirará a lo largo de este 2022. Sin embargo, se modificaron y endurecieron las condiciones para instalar parques eólicos.

LOS REQUISITOS A LA EÓLICA PONEN EN GUARDIA A LOS PROMOTORES

Entre ellas, se exige que los aerogeneradores deben guardar una más que prudencial distancia del municipio donde se instalen; los terrenos deben estar arrendados antes de iniciarse el proyecto; y reservar un 20% del capital. Asimismo, y este es uno de los grandes puntos controvertidos, es que que los Ayuntamientos tienen la posibilidad de poder vetarlos.

«Estos condicionantes hacen muy difícil poder aprobar el proyecto«, ha afirmado el alto cargo de la asociación empresarial. Y es que, los Ayuntamientos hacen más caso a los grupos de presión que al propio beneficio que obtendría con estos parques. En concreto, el lobby ecologista y los agricultores se oponen en rotundo a la instalación de los grandes molinos de viento, mientras que sus líderes abogan por la energía renovable. «Es una situación que no combina con el objetivo de la propia Generalitat de alcanzar al menos el 50% del suministro a través de energías renovables», ha recordado Willstedt.

Por ahora, ningún gran promotor ha arrojado la toalla y esperan que poco a poco cambie el discurso, más cuando Aragón podría beneficiarse tanto de exportar la energía a Cataluña a la hora de generar empleo e impuestos. Los municipios catalanes se niegan a este desarrollo y más a poco más de un año de las elecciones. La presión de los minoritarios es muy fuerte en una Comunidad donde tienen un gran peso la agricultura y los grupos ecologistas, quienes se oponen, por otro lado, a la energía nuclear y a los combustibles fósiles. Todo sin sin dar más alternativas para generar energía.

CATALUÑA, LEJOS DE CUMPLIR CON LA AGENDA ENERGÉTICA

Cataluña tiene que producir al menos el 50% de la energía que consume. Es parte del objetivo fijado por la Generalitat en su agenda energética propia. Por el momento, tan sólo tiene el 3% de este objetivo y las nucleares sostienen el 50% del total. El resto de la energía proviene de fuera, tanto de Francia como de Argelia.

En Aragón, por otro lado, han visto un gran viento de cola para alcanzar las metas de la Agenda 2030 de la Unión Europea. «Se están planteando una serie de proyectos eólicos importantes con la intención de conectarse con subestaciones eléctricas catalanas», ha destacado Willstedt sobre la política aragonesa. En este sentido y de convertirse en realidad, Cataluña perdería por completo su independencia energética.

La Comunidad gobernada por el PSOE exportaría su energía y se beneficiaría de los tributos. A largo plazo, se estima que un municipio con un gran proyecto en marcha podría obtener unos 30 millones de euros, equivalente al presupuesto de un Ayuntamiento de unos 50.000 habitantes.

UN PARQUE EÓLICO MARINO, UNA SOLUCIÓN QUE ESTUDIA LA GENERALITAT

A nivel político, hay partidos catalanes que se oponen a las grandes instalaciones, mientras se resisten a explicar a sus vecinos los motivos económicos del rechazo. En Aragón se explicó y la población entendió que estos ingresos eran importantes para evitar la despoblación. Se hicieron políticas a favor del territorio y se redujo el éxodo con la mano de obra para construir estos proyectos. «Es incongruente» la situación en Cataluña, ha comentado.

Estas son las dos formas de resolver el dilema entre esta energía renovable y el impacto en el campo. Por esta razón, los promotores en Cataluña no han arrojado la toalla y esperan que que la moratoria permita el desarrollo de su actividad. «Si lo ponen más difícil no se hará«, ha advertido este experto.

Otra posible solución sería instalar un gran parque eólico marino frente a las costas de Girona. El proyecto de Bluefloat Energy y Sener ya ha presentado la documentación para que se pueda evaluar su impacto ambiental y se situaría a 10 kilómetros de la costa de Tramuntana. Cada uno de los molinos instalados en el mar tendría entre 12 y 15 MW, con una potencia total de 1.000 MW y una producción anual estimada de aproximadamente 4.000 GWh. De hacerse realidad, las únicas turbinas existentes para esta capacidad son las fabricadas por General Electric y Siemens de Gamesa.


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