Las albóndigas caseras son una receta que nunca falla y que conquista paladares de niños y mayores. A los más pequeños les encantan y siempre quieren más, y los adultos a quienes se las ofrezcas te van a dedicar una gran ovación. De hecho es un plato que se sirve mucho como tapa en algunos bares, con su salsa y su trozo de pan para acompañar un vino y una cerveza. Y por lo general siempre nos quedamos con ganas de más, igual que suele ocurrir con las croquetas. Sin embargo, podemos saciarnos con unas albóndigas caseras, que son mucho más sencillas de preparar de lo que solemos creer.
1EL INCREÍBLE MUNDO DE LAS ALBÓNDIGAS
Además de ser una de esas recetas que siempre quedan bien (a menos que se te quemen o se te abra el frasco de la sal entero dentro del guiso), se puede jugar mucho con los ingredientes. La mezcla de las albóndigas se puede preparar con diversos tipos de carne al gusto como cerdo, pollo, o ternera, pero también se pueden elaborar con pescado como verdura, o vegetales, con berenjena, tofu, soja texturizada, etc.
Por otro lado, las salsas que las acompañan también pueden ser infinitas, así que las opciones de combinación son como para comer albóndigas durante semanas y no repetir receta. Hoy queremos centrarnos en la versión de uno de los chefs con más renombre de nuestro país, Martín Berasategui, que prepara unas albóndigas con tomate que quitan el sentido.