Apple deja atrás el iPhone X, el iPhone 8 y el iPhone 8 Plus para lanzar sus nuevos juguetes de telefonía. Este frenético calendario de lanzamientos concluirá en unos días con la llegada del iPhone XR, pero este estreno está siendo empañado por los evidentes problemas que están ocasionando los otros dos terminales recién salidos del horno, iPhone XS y el iPhone XS Max.
Y es que la lluvia de protestas por la conectividad de ambos terminales no cesa, situación que ha forzado a la compañía de la manzana a emprender una investigación para averiguar la avalancha de errores. Apple por ahora ha señalado a las compañías telefónicas americanas, ya que en este país es donde más han abundado este tipo de problemas. La debilidad de la señal ha provocado una gripe otoñal al gigante tecnológico americano.
Y no es el único, porque el iPhone XS tiene un problema con sus baterías, ya que el tiempo de carga es inferior incluso al del iPhone X y otros smartphones similares. Apple por ahora mira para otro lado mientras los foros especializados se llenan de protestas porque algunos móviles no cargan sin la pantalla encendida y otros solo comienzan a absorber energía cuando han pasado algunos minutos.
AVERÍAS EN APPLE
Apple quiere obligar a sus entregados clientes a pasar por caja cada vez que se repara un Iphone. La compañía tecnológica lleva años estudiando cómo obligar a sus usuarios a acudir a las Stores oficiales para reparar las averías, llegando incluso a intentar bloquear el lector de huellas de varios modelos ante el temor de la seguridad de los datos de los terminales.
Ahora los MacBook Pro correrán la misma suerte porque Apple forzará a probar los equipos con el chip T2 (iMac Pro y MacBook Pro 2018) que solo ellos poseen y que utilizarán en sus tiendas y en las asociadas. Esta situación implicará el bloqueo por software a los a equipos que intenten ser reparados en problemas relacionados con la pantalla, la placa base, el teclado, el touchpad, el sensor de huellas de los portátiles o con el reemplazo del disco duro en los iMac.
La controvertida política comercial de Apple ya fue denunciada en el delicioso documental español ‘Comprar, tirar, comprar’, que denunciaba la obsolescencia programada que ayuda a que la rueda del capitalismo siga girando.
PROBLEMAS CON LA SEGURIDAD DE APPLE
Bloomberg destapó en un artículo de investigación que las dos compañías con mayor valoración busátil del globo, Amaazon y Apple, han mantenido vinculaciones con la marca Supermicro, servidores que durante su embalaje en China fueron manipulados por microchips espía.
No es el único problema para la que compañía de la que fue cofundador Steve Jobs. Y es que el Gobierno de España prepara la adaptación de la ‘Tasa Google’, que implicará que todos los gigantes tecnológicos que superen los tres millones de facuración en nuestro país tengan que abonar un 3% de su facturación en nuestro país.
Con esta medida el Ejecutivo quiere conseguir que estas compañías expertas en ingeniería financiera y en ubicarse en los países con menos presión fiscal sean por una vez en su vida solidarias. La principal perdedora por esta medida es la compañía que tiene un mayor volumen de negocio en España, Apple, cuyas dos filiales hispanas tuvieron una cifra de negocio en el último año de 422,3 millones de euros.
PROBLEMAS REPUTACIONALES PARA APPLE
El ingeniero Ken Kocieda ha explicado su experiencia en Apple con la obra ‘Selección Creativa: Dentro del proceso de Apple durante la era dorada de Steve Jobs’. En este libro se desnuda de esta forma: «Imagina que tu jefe te dice a la cara que tu proyecto es una basura. Luego, imagina que tu jefe es Steve Jobs. Eso es lo que me pasó cuando trabajaba como ingeniero principal del software del iPhone durante la era dorada de Apple».
Y añade: «Era 2009 y estábamos desarrollando el software para lo que sería el iPhone 4. Ese fue el modelo que lamentablemente terminó siendo conocido por la controversia del «antena-gate», lo que hacía que sufriera problemas de conectividad si se sostenía de forma incorrecta El iPhone 4 también fue el primer smartphone de Apple con el display Retina, una pantalla con pixeles tan pequeños que no podían ser vistos por el ojo humano«.
«Imagina que tu jefe te dice a la cara que tu proyecto es una basura. Luego, imagina que tu jefe es Steve Jobs»
Kocieda continúa con el relato: «Mi trabajo era crear una nueva tipografía para sacarle provecho a la pantalla. Necesitaba la aprobación de Steve y ya podía sentir la presión. Preparé ocho opciones, muchas de ellas variaciones de nuestra clásica Helvética, y otras mezcladas como contraste. El tema es que cada una de ellas tenía un problema: si aumentabas la ampliación, las pinceladas verticales de letras como «M» se volvían borrosas y no mejores que en el antiguo display».
Y remata la historia. «Steve miró la pantalla de cada teléfono, movió sus anteojos de lente redondo para que descansen sobre su frente, miró fijo hacia abajo de nuevo para luego volver a colocarse los anteojos y devolver cada aparato a la mesa frente suyo. Luego expresó lo que sentía. Me fui deseando tener una bolsa plástica en mi bolsillo para tirar todo lo que había hecho».