Europa aprieta, pero no ahoga. Ese ha sido un motivo para que España haya llevado a cabo un despliegue de energías renovables relativamente lento. Aunque parece que ha llegado la hora de pisar el acelerador. Bien es cierto que llega asociado a una serie de medidas que nada tienen que ver con el propio ámbito renovable, pero por algo se debe empezar.
En concreto, en el último Consejo de Ministras del Gobierno se ha refrendado el futuro real decreto de medidas urgentes para aminorar el impacto de la subida en el recibo de la luz a los colectivos económicamente más vulnerables. Se han desarrollado nuevos requisitos para acogerse al bono social energético; y, además, se ha liquidado (de aquella manera) el impuesto a la generación de electricidad del 7% que pagaban las energéticas con el fin de que, posteriormente, no se vea repercutido por las comercializadoras.
Todo ello viene acompañado por la retirada del llamado impuesto al sol. Básicamente como espaldarazo al consumo renovable, o, al menos, la puesta en marcha de una conciencia colectiva que empiece a valorar la alternativa de autogestionar el consumo eléctrico desde el hogar o en vecindarios colectivos, puesto que se retiran también las trabas para compartir entre vecinos.
A la espera de conocerse el real decreto en profundidad, las primeras impresiones de algunos actores del sector son satisfactorias. Desde Fundación Renovables aplauden la decisión del Consejo de Ministras de incluir una nueva normativa sobre autoconsumo en el real decreto de medidas urgentes para abaratar el precio de la luz.
Estiman que la eliminación de los llamados cargos asociados a los costes del sistema, es decir, el impuesto al sol -el cargo fijo, que se aplica en función de la potencia, y el cargo variable, aplicado sobre la energía autoconsumida- impulsarán definitivamente el autoconsumo. Además, valoran que esta nueva normativa incluye una simplificación de todas las trabas administrativas y jurídicas que hasta ahora dificultaban en gran medida el derecho de la ciudadanía a producir su propia energía, un bien básico al que deben tener acceso todas las personas.
LA DESCARBONOZACIÓN DESDE LO RENOVABLE
Fundación Renovables considera que el autoconsumo constituye una medida fundamental para alcanzar mayores cotas de eficiencia energética y lograr culminar la Transición Energética hacia una economía descarbonizada de una manera sostenible y justa a través de la electrificación y la gestión de la demanda. Además, aseguran que la nueva normativa aprobada nos equipara por fin al resto de los países europeos.
Pero no son los únicos que se han pronunciado. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) valora muy positivamente el giro de la política energética sobre autoconsumo en nuestro país. Estiman que “finalmente observamos un marco regulatorio adecuado que permita el desarrollo óptimo del autoconsumo”. Y es que, aseguran que desde UNEF llevan siete años defendiendo una regulación de autoconsumo libre de barreras técnicas, administrativas o económicas para lograr que los consumidores y la sociedad disfruten de los beneficios sociales, ambientales y económicos que el autoconsumo proporciona.
Así, UNEF considera de gran valor que en el mencionado real decreto se reconozca el derecho de los ciudadanos a autoconsumir energía eléctrica sin ningún tipo de cargo o peaje sobre la energía autoconsumida que en ningún momento pasa por la red, así como el reconocimiento expreso del autoconsumo colectivo en la regulación energética española.
EL TIEMPO PARA LA CRÍTICA
Pese a la algarabía generalizada, hay quien no ha querido bajar la guardia. Se trata de Equo, los socios de Podemos en el Congreso, que reclaman ir más allá. “Quitar el impuesto al sol es necesario, pero no suficiente” ha reclamado el diputado Juantxo López de Uralde. Así, Equo urge al Ejecutivo de Sánchez a poner en marcha cuanto antes un Plan Nacional de energía renovable con el objetivo de llegar a un modelo energético basado al 100% en fuentes renovables.
En palabras de López de Uralde, “países como Alemania cuentan con un millón de instalaciones de autoconsumo, mientras que en España ha estado bloqueado por las malas políticas del Partido Popular. En España el potencial de la energía solar es impresionante, y con políticas adecuadas puede convertirse en la mayor fuente de energía. Solo necesita de la voluntad política que ha faltado todos estos años».
En este contexto, parece todos coinciden en que se trata de un gran avance. El único “pero” es que todo esto llega ligado a medidas para paliar los efectos que pueda tener la subida del recibo de la luz en los colectivos económicamente más vulnerables. Algo, sin duda, que debe preocuparnos como sociedad.