Vodafone prepara el relato perfecto para las fusiones: seis países en liza

El Grupo Vodafone tendrá un 2022 muy intenso. La llamada segunda gran consolidación en el sector de las telecomunicaciones afectará a casi toda Europa; y el operador rojo es uno de los candidatos a realizar movimientos corporativos en, al menos, tres mercados. En España todos los operadores coinciden en que ha llegado la hora de apretar el negocio. Pero no se trata de una cuestión únicamente española. Tanto en la Unión Europea como en Reino Unido, éstos ya con su propia regulación, encaran este proceso sin los corsés de la década anterior.

Pese a que los distintos operadores por separado son reacios a hablar de sus proyectos de futuro, el conjunto del sector a nivel europeo asume lo inevitable: una concentración del mercado ante el deterioro económico causado por la gran competencia. Esta situación, además, se respalda por los mensajes que llegan desde Europa y Reino Unido, en el caso concreto de su regulador Ofcom.

De esta manera, todas las miradas apuntan a Vodafone, compañía que junto a Orange ya ha tenido un amago de fusión -además de carácter transfronterizo-, pero que no llegó a cuajar. Sin embargo, debido a la coyuntura económica y la pérdida de peso en algunas regiones, el operador rojo es uno de los principales candidatos a entrar en procesos de consolidación en Italia, España y Reino Unido. Mientras, en Alemania y Portugal todavía no son mercados tan saturados y los movimientos podrían llegar más adelante.

En este contexto, según señalan a MERCA2 fuentes del sector, la construcción del relato será fundamental para que las autoridades de competencia den el visto bueno. A favor, como ya se ha señalado, está una idea distinta de mercado digital. El mantra de que se necesitaban cuatro operadores de tamaño significativo para el control de precios ha cambiado. Y ahora se aspira a unas compañías con más fuerza inversora para desarrollar los planes de desarrollo tecnológico que necesita Europa. Un ejemplo que se ha visto durante la pandemia provocada por el covid con una explosión de conectividad por parte de personas y empresas.

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Principales países para iniciar la segunda consolidación

Así, el Grupo Vodafone deberá argumentar en muchos de sus potenciales movimientos que la capacidad de inversión para el desarrollo de una mejor tecnología solo puede venir soportada por operadores mucho más grandes. Esto se ve claramente con el 5G, donde muchas empresas han buscado acuerdos bilaterales para el desarrollo de redes o proyectos. Además, un ejemplo puede ser el mercado americano, que tras la fusión de T-Mobile y Sprint quedó reducido a la mínima esencia, y la clave fue el argumentario de la necesidad de tener mayor volumen de inversiones con más tamaño.

VODAFONE Y QUIÉN MÁS

En estos movimientos no solo va a estar implicado el Grupo Vodafone. En Italia, por ejemplo, con un grado de atomización también alto como en España, Iliad es el candidato a moverse, tal y como sucede con MásMóvil en suelo español. Operadores que han arengado el negocio, pero que gracias, y debido a ellos, ahora es turno de volver a contrarse.

En Francia, Bouygues y SFR, que hace años intentaron un proceso de fusión, en estos momentos también están siendo objeto de especulaciones sobre posibles movimientos. Algo que el propio Orange en suelo francés confirma: el mercado necesitaría tres empresas de mayor tamaño, en vez de cuatro que presionen los precios a la baja. Algo similar a lo que sucede en Suecia y Dinamarca, donde hay cuatro operadores de referencia con un volumen de usuarios significativo.

EL EJEMPLO BRITÁNICO

Resulta curioso que con Reino Unido ya fuera de la Unión Europea, una de las consolidaciones rotas en suelo británico vaya a ser la palanca regulatoria para el próximo proceso de consolidación. Se trata del proceso fallido entre O2 y Three, que después de ponerse trabas, años después el Tribunal General Europeo diese la vuelta al fallo y, no solo eso, sino que se generasen una serie de preceptos que ponían en entredicho muchas cuestiones de competencia en el mercado de telecomunicaciones europeo.

Tras esta situación, por ejemplo desde Ofcom mantienen que no existen números mágicos para garantizar unos precios bajos y un efectivo libre mercado. Y que si en la pasada década se necesitaba de un número elevado de ‘players’, ahora no se encuentran tantos argumentos para defender que, en caso de existir solo tres grandes operadores, más otras alternativas como Operadores Móviles Virtuales (OMV), no se puedan tener tarifas acorde a las diferentes rentas nacionales.

Ante este contexto, los analistas coinciden en señalar a Vodafone como el gran agitador del mercado. Seguramente la prioridad sea España, pero a buen seguro que los teléfonos sonarán en la sede central cuando haya movimientos en Reino Unido o Italia.

De las pocas certezas que se tienen es que el próximo lustro necesita de fuertes inversiones para afianzar el 5G, para hacer que sea un negocio rentable, llevar modelos de negocios favorables a la industria, y, por si fuera poco, pelear con las compañías americanas en la prestación de servicios. Motivo por el que se necesita un músculo financiero más grande que nunca.