- Producto indispensable en la dieta mediterránea, un buen aceite de oliva es imprescindible en las grandes cocinas.
- De Marques de Oliva en Candela Restaurante a Finca La Torre en Atocha 107, aquí tienes los mejores restaurantes con AOVE de autor.
El legendario árbol del olivo y el aceite obtenido de sus frutos han acompañado la historia de la humanidad. A día de hoy, nadie duda de los indudables beneficios que el conocido como oro líquido proporciona para la salud. Los grandes restaurantes no dejan de cuidar el AOVE que utilizan, pues un mal aceite puede estropear la mejor de las recetas. Para que puedas disfrutar de este producto como nunca, aquí te presentamos cinco restaurantes con AOVE de autor
Candela Restaurante y AOVE Marqués de Oliva
Candela Restaurante se ha convertido en una referencia en el barrio de Hispanoamérica. Su carta, inspirada en la cocina madrileña, está cuidada y sin florituras. En ella, podemos encontrar desde platos para compartir y picar en la barra hasta propuestas más ‘de cuchara’, de esas que requieren sentarse en buena compañía para disfrutarlas con calma y sin agobios. Para ir abriendo boca, se puede optar una ensaladilla rusa con langostinos, cuya mayonesa es sencillamente espectacular; unas clásicas croquetas de jamón, que se deshacen en la boca en una fusión perfecta entre el crujiente del rebozado y la cremosidad del interior; o una tortilla de patata, al estilo de Betanzos, jugosa y en su punto.
Sus platos se elaboran con Marqués de Oliva , un Aceite de Oliva Virgen Extra de extracción temprana de altísima calidad elaborado con oliva picual, 100% ecológico y con Denominación de Origen Sierra Mágina, en la provincia de Jaén. ¡Delicioso!
Lienzo y AOVE by Lienzo
Hace siete años, la cocinera María José Martínez y su marido, Juan José Soria –jefe de sala y sumiller–, tomaron las riendas de un modesto gastrobar situado en el centro de Valencia, en un local diáfano y muy luminoso que en otra época había sido una galería de arte. Su cocina, original, fresca y desenfadada, es una cocina sincera y de rigurosa temporada que parte de sabores tradicionales combinados con técnicas y elaboraciones modernas y en la que la estrella es el producto ecológico de proximidad.
Entre sus ingredientes fetiche se encuentran, por ejemplo, la miel urbana procedente de colmenas ubicadas en el barrio de El Cabanyal y del Jardín Botánico de Valencia, la chufa, la algarroba, la gamba blanca de la lonja de Valencia y las carnes autóctonas como el conejo de Castellón, el pollo campestre de Valencia y el cordero de oveja guirra, una raza en peligro de extinción. Además, elaboran su propio AOVE, lo que, sin duda, da el toque único a los platos que les ha servido su primera estrella Michelín.
Molino de Alcuneza y AOVE La Común
Dirigido por los hermanos Blanca y Samuel Moreno, Molino de Alcuneza es un establecimiento singular que engloba 17 habitaciones, un spa, un amplio jardín con piscina exterior y un restaurante de cocina de autor. Sus orígenes se remontan a 1992, cuando los padres de Blanca y Samuel decidieron comprar un molino de piedra del siglo XV a las afueras de Sigüenza (Guadalajara) y rehabilitarlo para transformarlo en un coqueto hotel boutique. Gracias al empuje de los dos hermanos, que pronto tomaron las riendas del negocio familiar, se ha convertido en todo un referente de la hostelería nacional, perteneciente a la prestigiosa asociación Relais & Châteaux y reconocido con una estrella Michelin y un Sol Repsol por su propuesta culinaria sostenible y de proximidad.
Para sus platos, utilizan AOVE La Común. Elaborado en Sacedón (Guadalajara), el aceite de oliva virgen extra La Común es un frutado intenso de la variedad Castellana –la variedad típica de La Alcarria, también denominada Verdeja– que se recoge en verde y se prensa en frío. En Molino de Alcuenza acompaña el servicio de panes del restaurante gastronómico.
Don Dimas y AOVE Elizondo nº3 Premium
Don Dimas es el nombre del único zorro que Blas Infante, ensayista, político, ideólogo del andalucismo y aficionado al adiestramiento de estos animales, no consiguió amaestrar durante el tiempo que pasó en Isla Cristina, pueblo del padre de Álvaro Garcés, restaurador y anfitrión onubense con más de veinte años de trayectoria. Y da nombre, también, al proyecto común de este último y su actual socio, el chef barcelonés José Carlos Fuentes, actualmente jefe de cocina en Club Allard y Don Dimas. Ambos han dado lugar a una casa de comidas contemporánea que busca la clase y la excelencia sin caer en la pedantería, que contempla el lujo de la única forma asequible y divertida en que hoy puede entenderse, que rescata los sabores de ayer con técnicas contemporáneas y que se dirige a un público de negocios, viajado y canalla.
En Don Dimas, como aperitivo, se sirve un delicioso aceite Elizondo nº3 Premium, cuatro años mejor AOVE del mundo, con pan artesano de maíz. Ese mismo AOVE también se utiliza, curiosamente, en su tarta de chocolate elaborada con torta de Inés Rosales y aceite picual. ¡Una experiencia única!
Atocha 107 y AOVE Finca La Torre
Joaquín Felipe, uno de los chefs más conocidos del panorama gastronómico español, dirige desde el pasado año Atocha 107, un restaurante de cocina honesta basada en el respeto a la materia prima de calidad y a la artesanía. Con su espíritu de viajero incansable, desde su nueva casa en pleno centro de la capital, enmarcada en el hotel Hilton Atocha, persigue el mejor producto: ingredientes de las mejores huertas y lonjas del país protagonizan una carta de fondo clásico pero vestida con nuevas elaboraciones y texturas.
A continuación, se servirá una tosta con casquería de vaca (de corazón cocinado al vacío a baja temperatura, con pan brioche), que se termina con pepino y anchoas en salazón; un carpaccio asado de redondo de vaca acompañado de una salsa tártara de coliflor; un taco de cantero de cadera de vaca –una parte muy tierna y jugosa, fileteada en medallones–, macerado en palo cortado y asado en robata; y un cañón de la espaldilla de vaca guisada –el cañón, situado en la parte superior de la paletilla, es conocido por los expertos como ‘el filete del carnicero’, ya que es la pieza que los maestros carniceros se guardan para su propio deleite–. El broche dulce y refrescante lo pone un tataki de piña con sorbete de limón. El precio (50 € por persona, a mesa completa) incluye vino de Madrid.