Desde que el conflicto laboral de Ryanair se endureció, la compañía ha rebajado a la baja sus perspectivas de crecimiento en varias ocasiones. Ahora ha recortado su previsión de beneficio anual un 12% hasta una horquilla entre los 1.100 y 1.200 millones de euros, frente a la anterior estimación que oscilaba entre los 1.250 y los 1.350 millones. El exitoso modelo de la aerolínea comienza a sufrir turbulencias.
Ryanair registró un beneficio neto de 1.450 millones de euros en su último ejercicio fiscal –finalizado a 31 de marzo de 2018–, un 10% más que el año anterior. Por lo que en la nueva revisión a la baja –profit warnning– admite una caída de 150 millones de euros que se eleva hasta los 250 millones entre la banda más baja y la más alta de las previsiones.
Hay dos razones principales por las que de nuevo la low cost irlandesa ha admitido una nueva reducción del beneficio. La primera son las huelgas de tripulantes de cabina y de pilotos que desde verano llevan causando el caos en el espacio aéreo. Estos exigen que la aerolínea aplique la legislación nacional de cada país en el que opera.
Debido a los cinco paros que se han producido desde verano, “la confianza del cliente, las reservas futuras y las tarifas del tercer trimestre se han visto afectadas, sobre todo durante los períodos intermedios de la escuela de octubre y Navidad, en esos cinco países donde se han repetido huelgas innecesarias”, según explica el CEO de la aerolínea, Michael O’Leary.
SUBE EL PRECIO DEL FUEL
A los costes derivados de las indemnizaciones que prevé el Reglamento de la Unión Europea 261/2004 se suman el elevado precio del petróleo. “Nuestros costos de combustible sin cobertura han subido a medida que los precios del petróleo suben a 82 dólares pbl, lo que afecta el 10% de los volúmenes y toda la factura de combustible de Laudamotion”, aseguran desde la compañía aérea. La factura de combustible será de aproximadamente 460 millones de euros más (anteriormente 430 millones de euros) que el año pasado.
Por ello, Ryanair ha decidido recortar su capacidad para el invierno 2018 (en un 1%) en respuesta a estas tarifas más bajas, más petróleo y mayores costes EU261. La base de Eindhoven, Bremen y Niederrhein se cerrarán y las rutas de estos se operarán con otros aviones de otras bases.
Asimismo, la low cost no descarta más interrupciones en el tercer trimestre, lo que puede requerir “un recorte adicional de la capacidad de pérdida de invierno. Los accionistas deben tener en cuenta que la guía anterior excluye las pérdidas por arranque (excepcionales) en Laudamotion de aproximadamente 150 millones de euros.