El tipo de interés es el precio que cobra el banco al titular de la hipoteca por el dinero prestado y tiene un impacto directo en lo que se paga cada mes por el préstamo hipotecario.
La contratación de una hipoteca para la compra de una vivienda supone un compromiso a largo plazo que, por lo general, suele superar los 20 años. Por ello, antes de firmar un préstamo hipotecario es importante entender qué factores influyen en la cuota que se pagará mes a mes. Uno de los factores más importantes es el tipo de interés, que es el precio que tiene el capital prestado por la entidad bancaria.
Las hipotecas cuentan con el denominado tipo de interés nominal (TIN). Tal y como explica Paula Marín, especialista en hipotecas de Banco Sabadell de Marbella, “el TIN es el tipo de interés nominal que se va a pagar por la hipoteca, es decir, si una hipoteca es de 100.000 euros al 2%, el TIN será ese 2%”.
Existe otro concepto que hay que tener presente al contratar una hipoteca: la tasa anual equivalente (TAE). “La TAE, además de calcular el TIN, comprende otras variables como las comisiones, la contratación de un seguro de vida o la tasación”, detalla Marín, y aporta una visión real del coste que supone para el futuro propietario la contratación de una hipoteca.
El TIN y la TAE se aplican a todos los préstamos, tanto a las hipotecas a tipo fijo como a las hipotecas a tipo variable. En el caso de estas últimas, además, entra en juego un índice de referencia, que en España suele ser el euríbor, y que hace que las cuotas mensuales varíen a lo largo de toda la vida del préstamo.
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¿QUÉ HIPOTECA ME CONVIENE MÁS SEGÚN EL TIPO DE INTERÉS?
- Hipotecas a tipo fijo
Las cuotas mensuales de las hipotecas a tipo fijo se mantienen estables durante toda la vida del préstamo. Son recomendables para aquellos que prefieran la seguridad de saber que van a pagar siempre la misma cantidad.
En condiciones estándar, las hipotecas a tipo fijo cuentan con unos intereses más elevados que las hipotecas a tipo variable. Sin embargo, en el contexto actual, hay entidades como Banco Sabadell que cuentan con préstamos a tipo fijo más atractivos que los de a tipo variable.
- Hipotecas a tipo variable
Las hipotecas a tipo variable están referenciadas al euríbor y en función de si este índice sube o baja, así lo hará también la cuota mensual que se paga por el préstamo. El euríbor es el precio al que los bancos europeos se prestan dinero entre sí, y se revisa cada seis o 12 meses. Si bien en estos momentos el euríbor ronda mínimos históricos, los expertos apuntan a que en los próximos años tenderá a subir.
Es decir que, un comprador que contrate una hipoteca a tipo variable se puede beneficiar de determinadas coyunturas, pero asume también el riesgo de depender de la evolución del mercado. La marcha de la economía, sujeta a crisis periódicas de diferente calado, y la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) que se aplique para dar respuesta a los escenarios económicos influyen en la evolución de los tipos de interés en el mercado.
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¿Cuál es la mejor de las dos opciones? La respuesta depende de varios factores como la solvencia económica del futuro propietario, el importe y el plazo de amortización del préstamo.
Los expertos recomiendan, en cualquier caso, que el pago mensual de la hipoteca no sea superior al 30% de los ingresos mensuales del comprador. Asimismo, hay que tener en cuenta que los bancos conceden préstamos por, como máximo, el 80% del valor de tasación del inmueble, por lo que el futuro propietario debe disponer del 20% restante en ahorros. Además, debe hacer frente a los gastos asociados a la compra de la vivienda, que suponen entre un 10% y un 15% adicional.
En cualquier caso, es fundamental contar con el asesoramiento profesional de un experto de confianza como el de la entidad bancaria, que podrá aconsejar sobre lo que más conviene de acuerdo a cada situación económica particular y que resolverá todas las dudas que surjan a lo largo del proceso.