El jamón ibérico es uno de los productos más habituales en estas fechas. Todos los años se venden alrededor de seis millones de jamones y paletillas de cerdo, una cifra que se incrementa durante la navidad, donde se convierte en uno de los regalos estrella y en un bocado fundamental de las comidas y las cenas. En la actualidad se pueden compra en prácticamente cualquier supermercado, la mayor dificultad reside en saber elegir, especialmente si vamos a gastarnos bastante dinero porque queremos apostar por la mejor calidad. A continuación te dejamos algunas indicaciones que debes revisar para comprobar si una pieza es buena o mala.
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El jamón es, básicamente una pierna de cerdo curada en sal. Sin embargo, para que pueda ostentar la categoría de ‘jamón serrano’, que es una Especialidad Tradicional Garantizada por la Unión Europea, tiene que haber pasado por un proceso de siete meses de curación, como mínimo. A partir de los 14 meses, la carne del jamón comienza a tener una textura diferenciadora de las versiones loncheadas más baratas y de 20 meses en adelante, puede etiquetarse como jamón ibérico.