El sector inmobiliario destaca como uno de los mejores para la inversión. Se trata de un activo refugio, ya que ofrece garantías a los inversores ante la elevada inflación que se está registrando. En este último año, la compra de vivienda como inversión ha representado el 9% del total de las transacciones de compra que se han realizado en España. De esta forma, se ha situado en niveles similares a la época previa a la pandemia, ya que en 2019 se alcanzó un porcentaje del 10%.
Actualmente, los altos precios de las materias primas derivados de la saturación de la cadena de suministro han generado incertidumbre en algunos mercados. Y el sector inmobiliario no ha sido ajeno. Además, la alta demanda y la poca oferta de vivienda ha generado que los precios de estas aumentan provocando cierta inflación en el mercado. Pero la inversión sigue en auge tras un mal año a causa de la pandemia, y el sector inmobiliario es uno de los que está relanzando la economía con fuerza durante este año.
Un informe realizado por Fotocasa destaca que a que el principal motivo de los inversores para comprar vivienda es la inversión a largo plazo (72,6%), seguido de la creación de patrimonio (53,8%) y de la seguridad económica para el futuro que constituye tener una vivienda en propiedad (38,8%). De hecho, el 84,7% de los inversores españoles opina que invertir en vivienda da una rentabilidad que ahora no ofrece otro producto financiero.
Igualmente, el 74,4% de los españoles que en el último año han comprado una vivienda como inversión lo han hecho con la intención de alquilar el piso en régimen de larga duración, mientras que el 15,3% tiene pensando alquilarla para estancias cortas y el 10,3% no tiene pensado alquilarla. El principal motivo para alquilar estas residencias es la rentabilidad que proporciona (72,9%). Sin embargo, el 21,1% quiere esperar a que la situación del mercado mejore para que crezca el valor de la vivienda y así poder venderla.
El 74,4% de los inversores compra vivienda para alquiler de larga duración
REFUGIO PARA INVERSORES
«El mantenimiento de tipos de interés bajos y la incertidumbre provocada por la pandemia ha consolidado los activos inmobiliarios como un refugio para los inversores. Esta coyuntura ha beneficiado a los inversores, que apuestan por la compra de viviendas como activos atractivos, seguros y con rentabilidad a largo plazo. De hecho, en 2020 la rentabilidad de la vivienda alcanzó la cota más alta de los últimos 10 años, situándose en un 6,8% de media», explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Respecto a la percepción que tienen del mercado los inversores, estos han percibido como gradualmente han ido desapareciendo del mercado vivienda para alquiler vacacional en pos del alquiler de larga duración. Esto ofrece más seguridad a los inversores, ya que un 54,7% de ellos apuestan por la figura de la inversión para alquiler de larga duración. En el caso de los compradores de vivienda habitual el porcentaje se sitúa en un 48,3%.
Respecto a la ley de Vivienda y la posibilidad de que esta tuviera consecuencias en la inversión, como ha sucedido en otros lugares donde se ha implantado, los inversores no están de acuerdo con lo que se ha conocido de dicha ley. Así, se muestran negativos ante la aplicación de este proyecto de vivienda, sobre todo por la ampliación en la duración de los alquileres, ya que se puede ver como un freno a la inversión. A su vez, el 38% de los que compran como inversión opina que la nueva normativa y el control de precios de alquiler de vivienda no favorecerá el equilibrio entre oferta y demanda.
Respecto a la opinión de que estamos próximos a una nueva burbuja inmobiliaria, los inversores son los que lo perciben en menor medida. Así, solo el 30,9% de los que compran como inversión están a favor de esta opinión, mientras que en el caso de los compradores de vivienda habitual el porcentaje alcanza el 36,4% y en el caso de los compradores de segunda residencia el 31,9%.