Los pactos de la infamia

La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, el pasado 23 de noviembre se felicitaba del acuerdo alcanzado por el Gobierno de España con Bildu y ERC para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2022 porque «cualquier acuerdo en materia presupuestaria son acuerdos a celebrar» y porque el gobierno «no tanto valora con quién sino para qué». Pues bien, examinemos «para qué van a servir» los Presupuestos Generales del Estado de 2022.

Estos presupuestos van a servir para que Sánchez, sus ministros y altos cargos puestos a dedo se suban el sueldo un 2% mientras no logran frenar la imparable escalada del precio de la energía que empobrece a los españoles y lastra la competitividad de nuestras empresas.

Estos presupuestos van a permitir incrementar los impuestos a los españoles en 4.000 millones de euros, una subida de impuestos que afectará más a las clases medias y bajas.

Estos presupuestos incrementarán el déficit y la deuda hipotecando el futuro de nuestros hijos y nietos, perolo que no harán estos presupuestos es sacar a España de la crisis ni consolidarán una recuperación firme y duradera y justa.

Una vez estudiado el «para qué», analicemos ahora el «con quién». Pues bien, estos presupuestos salen adelante gracias al voto de Bildu y ERC, es decir, con el apoyo de los herederos de ETA y de los que quieren destruir España.

Este apoyo tiene un coste. Por un lado, existe un claro coste económico ya que estos presupuestos discriminan a las autonomías que no están gobernadas por el bloque de la moción de censura. Así, la Comunidad de Madrid recibe un 8,4% menos de fondos que en 2021 mientras Cataluña y la Comunidad Valencia reciben un 6,1% y un 3,7% más respectivamente.

Pero, por otro lado, estos apoyos tienen un alto coste moral ya que, para permanecer en el poder, Sánchez está dispuesto a intercambiar votos por asesinos etarras.

Si a finales del mes de octubre Otegui afirmaba que «si para sacar a los 200 presos hay que votar los presupuestos, pues votamos» y el 22 de noviembre anunciaba el apoyo de Bildu a los presupuestos del próximo año porque se habían producido los avances suficientes…juzguen ustedes mismos. Como se suele decir, blanco y en botella ….

A los que convocaron un referéndum ilegal y han repetido orgullosos que lo volverían hacer, Sánchez les premia eliminando la partida para mejorar la comisaría de Vía Laietana, símbolo del estado en Cataluña, y cambiando la ley audiovisual para obligar a que el 6% de las producciones de las plataformas de streaming sean en lenguas cooficiales.

Y si hablamos de televisión, el pacto con Bildu incluye que el canal infantil ETB3, con programación en euskera, se vea en toda Navarra antes de la finalización de 2022.

Así con estas cesiones que fomentan el odio al que no piensa ni habla como dice el gobierno y sus socios, separatistas y proetarras, que se debe pensar y hablar, Sánchez asegura su permanencia en la Moncloa hasta 2023 para seguir indultando golpistas; proclamando normas, como el Estado de Alarma, que vulneran nuestros derechos fundamentales o que criminalizan a las fuerzas del orden; mirando para otro lado cuando la Generalitat no cumple las sentencias que obligan a que el 25% de la enseñanza sea en castellano para así reducir la conflictividad institucional; degradando la enseñanza pública y mintiendo a los españoles.

En definitiva, estos presupuestos saldrán adelante gracias a unos pactos de la infamia. Porque tan infame es Sánchez como los herederos de ETA y los independentistas a los que alienta.

(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP