Ifema acumula 38 años de vida plagados de luces y sombras. Cierto es que el nuevo director general, Eduardo López-Puertas, ofrecía un perfil más profesional que su antecesor, Fermín Lucas, hermano del sustituto de José María Aznar al frente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas.
Pero desde sectores afines a Podemos se apuntaba a la despolitización y profesionalización de la institución y a las primeras de cambio Manuela Carmena designó a su sobrino político, Luis Cueto, como presidente de la junta rectora de Ifema.
En Ahora Madrid destacan que Cueto no cuenta con remuneración por su cargo, pero aun así no no deja de ser llamativa la incapacidad de la nueva política para encontrar perfiles más técnicos y menos ideológicos.
Ni siquiera el politiqueo que sufre Ifema ha logrado evitar que la institución acumule beneficios, más de cuatro millones netos en 2017, ejercicio en el que recibieron más de tres millones de visitantes.
Y los organizadores de Fitur, Arco y la Fashion Week siguen siendo una joya deseada por las manos privadas, tal y como se evidenció con la exigencia de Sheldon G. Adelson al pedir como contrapartida su gestión a cambio de montar el fallido Eurovegas de Alcorcón.
LOS GASTOS DE IFEMA SIGUEN DANDO QUE HABLAR
La feria de muestras de 200.000, con más del 90% del capital en manos de Comunidad, Ayuntamiento y Cámara de Comercio, continúa con una polémica política de gastos en esta nueva etapa. Uno de los más llamativos es la financiación mixta de la Fashion Week.
Los gastos de la antigua Pasarela Cibeles son sufragados en más de un 30% por Ifema, que desembolsa en torno al 30% de los tres millones de euros presupuestados para cada edición. Este modelo dista con el de las grandes pasarelas mundiales (Milán, París, Londres o Nueva York) cuyos fastos son financiados de forma íntegra por patrocinadores y diseñadores.
Más razonable es el dinero destinado principalmente a la seguridad que se aprobó en agosto: Ifema invertirá 12 millones de euros para instalar Wifi abierto, bolardos de seguridad para controlar de forma automatizada la entrada de vehículos y la construcción de un nuevo pabellón.
Aun así estas cifras son mareantes una institución pública que prepara la culminación de su concurso para elegir la agencia de medios para el próximo trimestre. 800.000 euros invertirá Ifema y Equmedia, tal y como apunta Dircomfidencial, podría quedarse sin esta jugosa cartera.
IFEMA, CAMINO DEL MONOPOLIO
La Feria de Madrid acoge alrededor de 80 certámenes anuales en sus 200.000 metros cuadrados dedicados a las exposiciones. Su posición de cuasi monopolio se ha reforzado este año gracias a la concesión a dedo por parte de Industria del chapucero Palacio de los Congresos de La Castellana, tal y como denunció Merca2.
Este pacto entre Gobierno y las instituciones madrileñas provocó la denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia de la asociación Madrid Foro Empresarial, que representa a 300 empresas de la región. Este lobby protestaba porque esta cesión directa conllevaba que la empresa pública controle todos los grandes espacios de este tipo en Madrid.
El Palacio de Congresos de La Castellana llevaba seis años cerrado por falta de medidas de seguridad y su reapertura obligará a Ifema a invertir más de 50 millones de euros en rehabilitarlo. Resulta curioso que estos elevados gastos se realicen mientras Ifema desatiende otros espacios como el que gestiona en Valdebebas, que acogió en su día el alicaído Mad Cool.
IFEMA, CHIRINGUITO POPULAR
La mayoría del Partido Popular en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid lograda a mediados de los noventa provocó que Ifema se convirtiera en una auténtico cementerio de elefantes de la formación conservadora.
Por el distrito de Barajas pasó el ex alcalde José María Álvarez del Manzano, que presidió la institución hasta 2015 con jugosas contrapartidas: más de 120.000 euros anuales y un equipo de tres escoltas, dos secretarias y un asesor personal.
Álvarez del Manzano logró en Ifema mejorar el sueldo que recibía por en el Ayuntamiento, situación idéntica a la del ex vicealcalde Manuel Cobo, mano derecha histórica de Gallardón, que hasta su salida en 2015 obtenía 200.000 euros anuales.
También fueron directivos de Ifema algunos de los miembros más controvertidos de la beautiful people madrileña: Gerardo Díaz-Ferrán, Rodrigo Rato, Fernando Fernández Tapias, Carmen Canfranga, o Arturo Fernández, este último controlando parte de la gestión como presidente de la Cámara de Comercio.
Esta situación provocó que los sueldos de los responsables de Ifema se embolsaran en 2013 y 2014 más de 600.000 euros mientras la institución superaba por poco los 300.000 de beneficios. En este nuevo tiempo se ha rebajado la carga política, pero la gestión sigue dando tumbos.
Es caso más polémico fue la censura en Arco a la obra ‘Presos políticos en la España contemporánea’, que provocó un furibundo ataque de The New York Times y una carta de disculpa del presidente de Ifema, Clemente González Soler.
Pero hay otros déficits de gestión como el fallido eventos Momad Shoes que han obligado a la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) a exigir a la Feria de Madrid el diseño de un nuevo escaparate nacional que deje de ser una ruina para los empresarios.