El consejo de administración de Adif Alta Velocidad ha autorizado la licitación de un contrato de 112 millones de euros para la construcción de una conexión entre las líneas de Madrid-Barcelona y Madrid-Levante, que permita que los trenes procedentes de la Ciudad Condal lleguen a Chamartín. La presidenta de Adif ya anticipó que el gestor ferroviario estaba trabajando en una solución para que esta línea de alta velocidad pudiese ir más allá de Atocha y llegar a la estación de Chamartín, al norte de la capital española.
Este contrato se enmarca en la futura apertura del túnel de alta velocidad entre ambas estaciones para el primer trimestre de 2022, que conectará desde su inicio todas las líneas del país, excepto la procedente de Barcelona, algo que sin embargo ha comenzado ya ha solucionarse, con un horizonte para las obras de 36 meses.
Adif explica que la conexión entre ambas líneas (Barcelona y Levante) solo es posible en el triángulo formado por las autopistas M-45 y M-5 y el barrio de Perales del Río (Getafe) y resulta de «cierta complejidad técnica» por la presencia de multitud de infraestructuras, además de algunos espacios naturales. Las futuras dos vías de conexión, la vía sentido Barcelona (VSB) y la vía sentido Madrid (VSM), tendrán su origen a la altura de la actual subestación eléctrica de Villaverde de Adif. A continuación, cruzarán la M-45 pasando bajo su viaducto y, posteriormente, ambas vías girarán hacia el este.
La VSB salvará los trazados de las líneas Madrid-Levante y Madrid-Sevilla mediante sendas pérgolas, mientras que la VSM salvará también con una pérgola la LAV Madrid-Sevilla. Las plataformas de ambas vías irán convergiendo hasta formar una plataforma única de doble vía, a la altura del punto kilométrico 2/140 de la VSB y del 1/989 de la VSM.