La bicefalia que dirige los designios de BBVA ha decidido echar un pulso al Banco Central Europeo (BCE) al aumentar su exposición al mercado turco contra el criterio de la autoridad monetaria. La oferta lanzada por el banco que gestionan Carlos Torres y Onur Genç para lograr el 100% de Garanti ha puesto en el punto de mira al grupo español, que podría verse obligado a aumentar su capital para mejorar su solvencia y así ser capaz de afrontar mejor las incertidumbres geopolíticas y económicas que genera el país de Recep Tayyip Erdogán.
Según ha podido saber MERCA2, en estos momentos el BCE está estudiando elevar los requerimientos de capital de BBVA debido a su mayor exposición a los países emergentes, así como elaborar un plan de contingencia para reducir los riesgos asociados al mercado turco. La cuestión ya se puso sobre la mesa hace un año, a pesar de que el banco español negó entonces que hubiera discutido ningún plan de futuro con el organismo que preside Christine Lagarde.
La cuestión que debe determinar ahora la institución supervisora es si el exceso de capital que tendrá BBVA tras la compra del 50,15% que aún no controlaba del banco turco será suficiente para afrontar el futuro con garantías. La entidad española desembolsará 2.249 millones de euros pero el consumo de capital será inferior (de 1.400 millones de euros), una cifra que según los analistas de S&P Global Ratings es “manejable” tras la desinversión realizada en EEUU, con la venta de su filial Compass.
Torres, conocedor de que el BCE vigila de cerca al grupo financiero español, aprovechó una entrevista con el diario Expansión la pasada semana –con motivo del Investor Day– para anunciar que la operación turca se ha realizado “con un consumo de capital muy eficiente” y que destacar el plan de recompra de acciones de 3.500 millones de euros que ha puesto en marcha el banco. Todo ello para concluir que BBVA “continua teniendo un exceso de capital”. Una declaración que no sólo iba dirigida sólo a los inversores, sino también al banco central.
De hecho, las exigencias de un mayor ratio de capital no sólo pueden venir de Fráncfort, sino también del propio mercado, tal como indican los analistas de Barclays en un informe elaborado tras la oferta presentada por Garanti. En este documento señalan que la operación elevará la exposición de BBVA a los países emergentes un 68%, mientras que la contribución a los ingresos netos se elevará un 25% si se cumplen las previsiones de la entidad.
LOS ANALISTAS DE BARCLAYS CREEN QUE EL MERCADO TAMBIÉN EXIGIRÁ A BBVA QUE REFUERCE SU CAPITAL
Los analistas del banco británico indican que los inversores reclamarán a BBVA que aumente su ratio de capital de máxima calidad (el denominado CET1 fully loaded) y calculan que el coste de los fondos propios podría incrementarse hasta el 13,6%. Según las previsiones del grupo español el impacto de la operación sobre su capital será de tan sólo 46 puntos básicos (los citados 1,400 millones de euros), asumiendo que todos los accionistas de Garanti acepten la oferta de 12,20 liras turcas por título.
INFLACIÓN QUE SE ‘COMBATE’ CON BAJADAS DE TIPOS
Aunque los números de Garanti no son malos, el mayor riesgo es la política monetaria que está aplicando el Banco Central de Turquía, intervenido de facto por el Gobierno y que reclama bajadas de tipos de interés para contener la inflación, en lugar de subidas de las tasas como determina la ortodoxia. Los precios escalan a un ritmo del 20% interanual y la depreciación de la lira es evidente, acumulando una pérdida del 35% respecto al dólar en lo que va de año. Es la divisa con peor rendimiento de los mercados emergentes.
Además del componente puramente financiero hay otro elemento que también puede influir en la decisión final que adopte el BCE sobre los requerimientos de capital de BBVA: el malestar que hay en el seno de la institución europea porque el refuerzo de la apuesta turca se haya realizado contra su criterio. Aunque oficialmente no ha habido comunicaciones en este sentido, el supervisor ha lanzado mensajes en numerosas ocasiones desaconsejando la operación y reclamando a BBVA que redujera su exposición a los emergentes.
Además, fuentes cercanas al consejo de gobierno del BCE señalan a MERCA2 que la decisión de elevar el capital en Garanti “indica que el timón de la entidad lo tiene Onur Genç, lo cual es algo que preocupa en Fráncfort debido a las complejas relaciones que tiene Turquía con la eurozona”. Y es que como adelantó este diario el pasado octubre, ni a la Comisión Europea ni a la institución que preside Lagarde les parece bien que un banco español sistémico esté dirigido por un hombre de Erdogán.
NO SÓLO BBVA: EL BCE VIGILA MÁS ENTIDADES
Hasta ahora la realidad es que la aventura turca de BBVA ha sido ruinosa, ya que si triunfa la oferta actual el grupo habrá invertido 9.373 millones de euros en Garanti, cuando el valor en Bolsa es de menos de la mitad. No olvidemos que el grupo español adquirió el 49,85% de la entidad turca pagando 7.124 millones de euros, “lo que sirve para dar una idea del retroceso de valor y refleja que la estrategia de adquisiciones de BBVA en Turquía se parece a la de los malos bolsistas que promedian a la baja”, como indica el consultor y ex directivo de la entidad, Carmelo Tajadura.
Mientras tanto, en el sector financiero se espera que el BCE decida elevar también los requerimientos de capital a otras entidades españolas en la revisión anual que realiza para garantizar la seguridad y solidez del sistema bancario europeo. Se trata del denominado Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (SREP, por sus siglas en inglés) que está a punto de concluir en su presente edición y que supondrá elevar el listón de capital a varios bancos españoles.