La cadena británica Marks & Spencer (M&S) obtuvo un beneficio neto atribuido de 160,3 millones de libras esterlinas (187 millones de euros) en los seis primeros meses de su año fiscal, frente a las pérdidas de 67,4 millones de libras (79 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior.
Los ingresos de la multinacional en el semestre alcanzaron los 5.105,3 millones de libras (5.974 millones de euros), un 24,8% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio y un 5% por encima de los ingresos contabilizados en su primer semestre del ejercicio 2019/20.
En los seis primeros meses de su año fiscal, M&S elevó un 10,7% sus ventas de alimentación en Reino Unido, hasta 3.143 millones de libras (3.678 millones de euros), mientras que aumentó un 67% el negocio de ropa y hogar en el país, hasta 1.534,6 millones de libras (1.796 millones de euros). De su lado, la división internacional de M&S elevó un 25,7% sus ventas en el semestre, hasta 435,3 millones de libras (509 millones de euros).
La firma británica de alimentación, moda y hogar confía en lograr al cierre del actual ejercicio fiscal un resultado positivo de alrededor de 500 millones de libras (585 millones de euros), aunque ha reconocido que es «bastante improbable» que recupere el pago de dividendos en el presente ejercicio.
«Nuestras prioridades de asignación de capital permanecen sin cambios. En primer lugar, invertiremos en la transformación del negocio para volver a un crecimiento sostenible de los beneficios. Paralelamente, daremos prioridad a la recuperación de métricas del balance que sean consistentes con una calificación de grado de inversión«, explicó la empresa.
«Evaluaremos la reintroducción del pago de dividendos en este contexto, aunque sigue siendo poco probable en el año en curso», añadió.