La Liga de Fútbol Profesional pretende mantener en torno a los 2.000 millones de euros anuales de ingresos televisivos (comercialización de LaLiga, venta para bares y acuerdos con operadores extranjeros).
Y la mitad de esa cantidad depende de la subasta que está a punto de iniciar Javier Tebas, que ha retrasado el proceso consciente de si no movía el avispero iba a advertir con enfado que Movistar+ se quedaba con los derechos a la baja y sin rivales.
LaLiga perdió 16,25 millones de euros en 2020, cantidad que triplica los números rojos de 2019, y necesita unos ingresos extra que entre otros proporcionarán el fondo CVC (que va a aportar 2.000 millones a cambio del 8,2% de los beneficios futuros y del 10% en la mayoría de los negocios ligueros).
CAMBIO DE ESTRATEGIA
LaLiga quiere imitar a Francia o Alemania, que comercializan sus derechos ligueros por periodos superiores a los tres años que se ofrecen en España. Tebas quiere volver a ganarse el sueldo (3,49 millones en 2020, que son diez veces más de lo que se embolsó en la temporada 2012-13 por idéntica tarea).
Y decimos volver porque el abogado oscense, con sus sombras y algunas luces, ha disparado los ingresos ligueros en el apartado televisivo desde los 800 ‘kilos’ de la temporada 2013-14 a los 1.800 millones de la presente.
Y para mejorar la cantidad sabe que le favorece ofrecer los derechos por cuatro o cinco temporadas a pesar de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en un informe no vinculante pero sí referencial, aconseja que no se puedan subastar derechos por más de tres años por las dificultades que los periodos amplios representan para los operadores más pequeños y para Telefónica, que hasta 2023 tiene limitaciones para pujar por derechos superiores a tres años.
La CNMC dice que con la subasta que a priori va a presentarse «se estaría excluyendo a uno de los potenciales y principales licitadores de dos de las opciones que se plantean, las ofertas por cuatro y cinco temporadas».
El organismo dice que «las supuestas eficiencias que argumenta la LFP para ese incremento de la duración de los contratos son argumentos válidos para justificar la propia comercialización centralizada, pero no para avalar un incremento de la duración de los contratos contrario a la normativa de competencia de la UE».
EL LABERINTO PARA MOVISTAR+
Movistar+ ha abonado 2.940 millones de euros por las tres últimas temporadas ligueras y su intención es que esta suma se rebaje sustancialmente de cara a la próxima subasta. Emilio Gayo, presidente de Telefónica España, aseguró hace unos meses que «la situación del fútbol no permite los mismos niveles de inversión y está ligado a la calidad del producto que ofreces. Valoraremos la licitación y tomaremos las decisiones cuando se produzca, pero hay que ponerlas en su valor correspondiente».
Es cierto que en el sector televisivo se da por descartado que Telefónica, si logra superar las restricciones anuales, pujará con el ánimo de quedarse los derechos ligueros. Y es que la compañía liderada por José María Álvarez-Pallete sigue teniendo pánico a perder unos partidos futbolísticos que para miles de abonados ‘justifican’ que Movistar no sea demasiado competitiva a nivel de precios.
Cabe recordar que cada abonado al fútbol en televisión gasta alrededor de 30 euros extra y este hecho explica que Movistar+ ingrese por cada cliente convergente en torno a 90 euros mensuales y Vodafone alrededor de 50.
LAS CLAVES
El servicio televisivo de Movistar+ arrastra una caída interanual de 250.000 abonados, según los datos de junio, y la renovación de los derechos de la LaLiga durante varias temporadas podría atenuar esta dinámica negativa.
Telefónica quiere hacerse con estos derechos para intentar amortizarlos vía cliente o la reventa a Orange, que estas últimas temporadas ha sufragado 300 de los 980 millones comprometidos por su rival.