jueves, 12 diciembre 2024

El turismo, un dolor de cabeza para Pedro Sánchez en la vuelta al cole

Los datos que muestran el estancamiento del turismo en España en 2018 tendrán probablemente su inevitable repercusión en la EPA del tercer trimestre. Este dato puede ser el primer quebradero de cabeza para al Gobierno de Pedro Sánchez en el ámbito del empleo, más allá del eterno problema de las pensiones.

El año pasado visitaron España casi 82 millones de turistas. Histórico. La inestabilidad de otros destinos como Turquía, Egipto o Túnez convirtió nuestro país en un refugio tranquilo para todos aquellos que quisieran disfrutar de unas vacaciones. La ‘piel de toro’ lo tiene todo: playa, sol, mar, gastronomía, cultura, montaña, arquitectura, fiesta, ocio, tranquilidad, gran oferta hotelera, profesionales bien preparados, etc.

Sin embargo, la tendencia parece cambiar. Para el tercer trimestre de 2018 se espera un “crecimiento moderado o estancamiento” en llegada de turistas, según el Informe Prospectivo del Turismo Internacional hacia España que Turespaña ha publicado recientemente. De hecho, indica que los síntomas de ralentización observados en los dos primeros trimestres del año empiezan a “consolidarse” en algunos países.

Las previsiones menos halagüeñas, de acuerdo al informe de Turespaña, son “precisamente las de aquellos mercados emisores que actualmente copan el mayor volumen de turistas internacionales a nuestro país, como son Reino Unido y Francia, ambos con síntomas de cambio de ciclo desde hace varios trimestres”.

Por otro lado, la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) también ha mostrado una desaceleración de la actividad turística en España. En el segundo trimestre del año registró un crecimiento del PIB turístico del +2,0 %, lo que refleja, según la entidad sin ánimo de lucro, la tendencia de normalización del comportamiento del sector en nuestro país.

Tanto es así que Exceltur ha revisado a la baja el crecimiento anual del PIB Turístico de España, del 3,3 % que publicó en abril al 2,6 % que estimó el mes pasado. El motivo es “una desaceleración mayor de la esperada por los factores atípicos del segundo trimestre, el menor dinamismo económico esperado para nuestros principales mercados y la fuerte recuperación de cuota de mercado de los competidores del Mediterráneo Oriental”. De confirmarse este pronóstico, supondría por primera vez en los últimos diez años un menor empuje del turismo frente al resto de la economía española.

TURISMO, FUENTE DE EMPLEO EN ESPAÑA

El sector turístico supone el 13,7 % del empleo (2,65 millones de personas) que hay en España, según los cálculos de Turespaña a partir de la EPA. Si los indicadores muestran, como están haciendo, un estancamiento en este ámbito, el cambio de tendencia tiene muchas probabilidades de verse reflejado en los datos relativos al tercer trimestre que publicará el INE en octubre.

Se da la circunstancia de la serie histórica ofrece unos datos de empleo que dadas las previsiones pueden caer como un jarro de agua fría en Moncloa. Por un lado, en el tercer trimestre de 2017 se crearon en España 235.900 puestos de trabajo. Con ello, se volvió a la senda de los 19 millones de empleos, cota que no se veía en nuestro país desde el verano de 2009.

Por otro lado, el segundo trimestre de 2018 se alzó como uno de los periodos de mayor creación de empleo en España en la serie histórica. La primavera cerró con 469.900 nuevos puestos de trabajo. Esta cifra supera los 400.000 empleos anuales que auguró en julio la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, entre el cuarto trimestre de 2018 y el cuarto trimestre de 2021. La titular de Economía tiró de optimismo para pronosticar una caída anual del desempleo entre uno y dos puntos porcentuales, hasta alcanzar la tasa del 11 % en 2021.

Diez días después de las palabras de Calviño, la Seguridad Social publicó los datos relativos a julio. La afiliación aumentó en 25.000 personas (3 % a/a), 20.000 menos que en el promedio de 2T 18, y el desempleo se redujo en 14.000 (-6 % a/a). Unas cifras que unidas a las previsiones no muy alentadoras del turismo hacen que la EPA del tercer trimestre pueda estallar como una bomba en las manos de Pedro Sánchez.


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