Los restos agroalimentarios, forestales o de origen no biológico se reinventan como materias primas gracias a la economía circular. Y no es ciencia ficción: los residuos ya nos pueden hacer volar. Iberia y Repsol han realizado el primer vuelo con biocombustible producido en España a partir de residuos en la ruta Madrid-Bilbao.
En concreto, el biojet utilizado pertenece al lote producido el pasado agosto en la refinería de Petronor, que se ubica cerca de Bilbao y pertenece al Grupo Repsol. El vuelo regular IB 426 ha sido operado con un avión Airbus A320neo de la aerolínea española, con capacidad para 180 pasajeros y actualmente uno de los aviones más eficientes.
El vuelo ha realizado también una aproximación ‘verde’, una operación del vuelo que mejora la eficiencia en el consumo alcanzando el nivel óptimo de altura en las fases de ascenso y descenso.
Este trayecto ha logrado reducir la emisión de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera, gracias a la mejora de la eficiencia en el consumo que aporta el avión, unida al uso del biocombustible sostenible.
Además, para el repostaje se ha utilizado un vehículo de suministro de combustible de aviación de propulsión eléctrica con cero emisiones, y en todas las operaciones en tierra (carga y descarga de equipajes, asistencia al avión y remolcado hasta la pista de despegue) se ha recurrido a los vehículos más eficientes que Iberia Airport Services ha desplegado en toda su red de aeropuertos en España.
En esta operación, Iberia y Repsol han contado con la colaboración de Aena, en línea con su papel de impulsor y facilitador del sector en materia de descarbonización del transporte aéreo, que trabaja asimismo en proyectos de colaboración para promover la producción de combustible sostenible para fomentar su uso por parte de las aerolíneas.
CONVENIO POR UNA MOVILIDAD MÁS SOSTENIBLE
Se trata de la primera iniciativa surgida del convenio de colaboración hacia una movilidad más sostenible firmado por Repsol e Iberia el pasado mes de julio, que contempla en su programa el desarrollo de combustibles para aviación de bajas emisiones de carbono.
Iberia está desarrollando su estrategia de sostenibilidad sobre tres pilares: El primero se centra en las operaciones más eficientes, donde se incluyen todas las iniciativas de renovación de flota, reducción del consumo de combustible y electrificación de sus vehículos, entre otras.
La segunda línea de actuación en sostenibilidad se aborda desde “la experiencia cliente” de viaje más sostenible, a través de la digitalización de servicios, la eliminación progresiva de plásticos a bordo, el desarrollo de un sistema de gestión de residuos y la compensación de la huella de carbono.
El tercer pilar de la aerolínea se circunscribe al compromiso con la transición ecológica de la aviación a través, sobre todo, de su colaboración en la investigación y desarrollo de combustibles de origen sostenible.
En este contexto, y pese a ser la aviación un sector de difícil descarbonización, Iberia no escatima esfuerzos y coloca la sostenibilidad “en el centro mismo de la estrategia”, manifestaba recientemente Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia. La sostenibilidad ambiental, que afecta a todos los ámbitos sin excepción de la actividad de Iberia, avanza a distintas velocidades, pero lo hace a paso firme, porque “el compromiso con el futuro y con España es real”, además “los retos exigen mayor velocidad”, afirma Parejo.
Por su parte, Repsol es pionera en la fabricación de combustibles sostenibles de aviación en España y con este tipo de producciones en sus complejos industriales se anticipa a las diferentes medidas que la UE va a establecer para fomentar el uso de los combustibles sostenibles de aviación.