Toyota invertirá 500 millones de dólares más en Uber,esto es un intento de la compañía japonesa por ponerse al día con la tecnología de conducción autónoma frente a General Motors y Waymo de Alphabet que lideran la carrera por transformar la industria.
En el marco del acuerdo anunciado el lunes a última hora, Toyota planea fabricar minivans Sienna equipados con software de Uber, y está previsto que en 2021 comiencen las pruebas en la red de viajes compartidos de Uber. La participación de Toyota daría a la compañía de viajes un valor de 72.000 millones, según una persona familiarizada con el tema que pidió que no se revelara su identidad porque los detalles son privados.
La compañía de 81 años acelera el intento de transformarse en una empresa proveedora de servicios de movilidad y el máximo responsable, Akio Toyoda, advierte que un cambio de paradigma que se produce una vez en un siglo se ha convertido en una batalla por la supervivencia para las empresas automotrices tradicionales. Uber no es la única inversión de Toyota en una compañía de viajes compartidos: este año invirtió 1.000 millones en Grab, del sudeste asiático, y tiene una sociedad con la firma china Didi Chuxing. Toyota también respalda Japan Taxi, un rival de Uber que dirige el residente de la mayor operadora de taxis de Tokio.
Tanto las compañías automotrices como las tecnológicas trabajan con miras a un futuro donde los taxis autónomos reducirán la necesidad de poseer un auto. La compañía en un primer momento compró una pequeña participación en Uber en 2016 y tras esto extiende con fuerza su apuesta a las nuevas tecnologías. Toyoda ha dicho que “no hay cartas náuticas que podamos seguir” para establecer el camino hacia la movilidad del futuro.
Uber y Didi también se asociarán con Toyota en la idea de la compañía automotriz de una flota de cajas modulares autónomas con ruedas que puedan adaptarse al transporte de prácticamente todo, desde personas hasta pizza. Toyota dio a conocer la idea, bautizada e-Palette, en la feria de productos electrónicos de consumo, CES, de Las Vegas en enero. También Amazon y Pizza Hut se sumaron.
La incursión extendida de Toyota pone a la compañía a la par del gigante de internet japonés SoftBank que ya se cuenta entre los mayores inversores en las principales firmas de viajes compartidos: Uber, Didi y Grab.
El fundador de SoftBank, Masayoshi Son, ha asignado US$9.500 millones a Didi, encabezó inversiones de 9.300 millones de dólares en Uber y de 4.000 millones en Grab y tiene una participación en la firma india Ola. Vision Fund, de SoftBank, también invierte en la unidad de vehículos autónomos de GM y en Manbang Group, una compañía china de alquiler de camiones del tipo de Uber.
Las compañías tecnológicas necesitan que las empresas automotrices pongan en práctica sus ideas innovadoras. Las empresas automotrices aportan el conocimiento de cómo fabricar un auto y las plantas para hacerlo. Lo que les falta es la legión de ingenieros de software que poseen las firmas tecnológicas.
TOYOTA EN BUSCA DE SOCIOS
“Desde 2015 trabajamos para llevar tecnología segura y confiable de conducción autónoma a la red de Uber”, escribió el lunes por la tarde en un blog Eric Meyhofer, que está al frente de Advanced Technologies Group, de Uber. “Sabíamos que no podíamos hacerlo solos, por lo cual seguimos asociados con grandes compañías fabricantes de vehículos a los efectos de hacer realidad nuestras ideas”.
Uber y Toyota estiman que una tercera compañía en la que ambas empresas estén de acuerdo tendrá la propiedad y la operación de los vehículos autónomos de producción masiva.
Kevin Buckland, Pavel Alpeyev y Eric Newcomer para Bloomberg