El cementerio de las compañías que han intentado competir con Amazon, o meterse en su terreno, ya está lleno. Shopify tiene su propia estrategia. Reimpulsada por el auge del ecommerce durante la pandemia de 2020, su gran objetivo es dotar de valor añadido a sus clientes y, durante los próximos meses, conseguir que dichas empresas sean de mayor tamaño.
La compañía de origen canadiense centra su negocio en ofrecer soluciones de comercio electrónico a las empresas para su desempeño comercial. Pero eso es solo una pequeña parte. De hecho, Shopify ha realizado una fuerte apuesta inversora para ofrecer servicios de marketing más personalizados y, desde hace unos meses, su gran apuesta: las redes sociales.
En estos momentos cuenta con 1,7 millones de empresas como clientes en todo en todo el mundo. Y pese a que sus ingresos en 2021 esperan un freno en el crecimiento, tras un 2020 fuera de lo normal, el consenso de analistas de Bloomberg, según lo recoge MERCA2, prevé un crecimiento a doble dígito para la compañía, al menos, durante el próximo lustro. Y lo hará en un escenario más competitivo. Amazon ha empezado a ver a Shopify como un rival que le puede arañar muchas empresas en ese negocio de ecommerce para terceros, por lo que el escenario será más duro.
En este contexto, el plan de Shopify es ampliar el porfolio de grandes empresas dentro de su cartera de clientes. Por ahora, quienes llenan su caja son las pymes. Se trata de clientes recurrentes y fáciles de manejar. Sin embargo, son las grandes cuentas las que dan el salto en la facturación y quienes, a su vez, les ayudan a mejorar en materia de tecnología e innovación porque tienen mayores necesidades.
Las redes sociales se convierten en esenciales para vender más
Para ello, desde Shopify están llevando a cabo importantes inversiones con el objetivo de mejorar la escala y volverse más competitivos. Además, el escenario de los próximos meses invita a una vuelta a la compra en tiendas físicas, por lo que algunos negocios puede retrasar o posponer su entrada en el negocio digital, o bien la ampliación y renovación del mismo.
SHOPIFY MIRA AL FUTURO
Entre los planes de futuro que tiene Shopify, aunque muchos de ellos ya están en marcha, tiene que ver con la venta a través de redes sociales. Es decir, ahora ofrecen a sus clientes la posibilidad de entablar relación comercial con sus usuarios a través de Facebook, Instagram o TikTok. Y el camino es el correcto.
Según estimaciones de Bloomberg, más del 50% de millennials y jóvenes de la ‘generación Z’ han realizado algún tipo de compra sobre la base informativa de las redes sociales. Bien a través de ellas, por recomendaciones, enlaces salientes… Y es que según la empresa de estudios de mercados eMarketer, los jóvenes pertenecientes a esa generación pasan una media de tres horas al día en las redes sociales y, como media, compran entre 2-3 veces más a través de estas plataformas que un usuario de más edad.
El otro foco donde Shopify centrará su estrategia es la conversión de los analógicos. En estos momentos, todavía el 40% de las empresas dedicadas a la venta lo hacen con software físicos albergados en oficinas. Esa migración hacia la nube es la clave para buscar nuevos clientes que, con la obligada digitalización, den un paso más.
Asimismo, el gran objetivo de Shopify es convertirse en la herramienta de anclaje para impulsar el crecimiento de una pequeña empresa. Junto con las herramientas para la generación del sitio web, el canal ecommerce y el marketing online, ahora la compañía de origen canadiense también quiere impulsar las promociones, los descuentos por envío y otras técnicas comerciales para ofrecer a sus clientes más herramientas.
La gran obsesión, a fin de cuentas, es conseguir que sus clientes fidelicen a los suyos con experiencias de usuario que no identifiquen que la gestión comercial está desarrollada por un partner. Si Shopify cumple todos esos objetivos, y solo quizá-a-lo-mejor, pueda acercarse a competir con Amazon.