La constructora española ACS sigue enfocada en su plan de convertirse en una empresa puramente de infraestructuras. Así, tras un largo proceso de negociación con una de sus principales competidoras, Vinci, para la venta de la parte industrial de la española y que tiene a Cobra como su principal ingeniería. La Comisión Europea ha dado luz verde a esta operación, una de las mayores en el sector, ya que explica que no plantea problemas de competencia entre los dos grandes grupos europeos.
Esta autorización era el último paso para cerrar una operación valorada en 5.580 millones de euros, y ambas compañías han cumplido con su calendario anunciado. ACS y Vinci cerraron la pasada primavera el acuerdo vinculante de compraventa de la mayor parte de la división industrial del grupo español por entre 4.930 y 4.980 millones de euros en metálico. A esto se sumarían hasta 600 millones de euros en efectivo por el desarrollo y venta de proyectos de energías renovables en los próximos siete años.
Gracias a este movimiento, bien estudiado y diseñado por parte de ACS desde hace 4 años, la compañía española busca un progresivo cambio de modelo de negocio. Este iría buscando una simplificación en todo el negocio y una menor exposición a la rama de energía que manejaba. A su vez, esto repercutirá en un creciente retorno a los proyectos de infraestructura que tiene entre manos tanto en Estados Unidos, como Canadá y Australia. Precisamente, estos tres países impulsarán los ingresos de la compañía tanto en este año como en el siguiente.
La transacción llevada a cabo por Vinci y ACS abarca las participaciones en ocho concesiones de proyectos principalmente de energía, así como las principales actividades de ingeniería y obras. Además, también implica a la plataforma que tiene la compañía de desarrollo de nuevos proyectos en el sector de energías renovables. Así, ACS se desprenderá de la mayor parte de su división de servicios industriales con la que está presente en más de 50 países, y Vinci asumirá 45.000 empleados.
ACS se desprenderá de la mayor parte de su división de servicios industriales
NEGOCIO INTERNACIONAL DE ACS
Estos tres países mencionados anteriormente son las principales ubicaciones donde ACS tiene su negocio. Australia, donde se encuentra a través de su filial Cimic, supone el 30% de la cartera total de la compañía. En concreto, y a cierre del primer semestre esta se situaba en los 63.993 millones de euros, de los que 18.597 millones correspondían al país oceánico. En estos seis meses la compañía obtuvo unos 10.400 millones de dólares en nuevos trabajos, lo que supuso que tuviera el segundo nivel más alto de nuevos trabajos desde 2015. Entre las principales adjudicaciones en estos meses de 2021 estuvieron la North East Link (4.000 millones de dólares), la M6 Motorway Stage 1 (1.950 millones de dólares) y la NSW Regional Rail Network O&M (1.500 millones de dólares).
Aunque las ventas de ACS se redujeron en este primer semestre de 2021, quedándose en los 13.330 millones, un 19% provenían del país oceánico. A su vez, las ventas en Estados Unidos representan el 53% del total. De hecho, en cuanto a las ventas internacionales, alcanzaron los 11.754 millones de euros, una cifra que representa el 95% de la facturación total de la actividad de construcción, siendo América del Norte y Australia los mercados más importantes.
En Estados Unidos y Canadá la compañía española está presente a través de su filial Turner, que se ha implantado como la principal constructora en EE.UU. En estos dos países, ACS tiene en su cartera más de 100.000 millones de dólares en contratos potenciales y ha obtenido unos ingresos de más de 12.000 millones de dólares.
De hecho, los últimos proyectos que se ha adjudicado la filial confirman el buen ritmo que lleva dentro del país. Recientemente, Turner se hizo con un contrato valorado en 840 millones de dólares (715 millones de euros) para levantar un centro médico destinado a los veteranos de guerra en Kentucky.
