Las eléctricas han ganado la primera batalla al Gobierno, pero no se sabe si será suficiente para dar por concluida la guerra de la luz. Con los líderes de las grandes energéticas al frente, Galán, Bogas y Reynés, el sector ha conseguido que el Gobierno recule y actúe con más sensatez (como solicitaba el consejero delegado de Endesa esta misma semana: «tengo esperanzas en que la sensatez impere»). Pese a todo, no han logrado, al menos de momento, que se derogue el ‘decretazo’.
Lo cierto es que el tono se ha rebajado bastante y de las declaraciones de hace pocos días a las declaraciones de ahora dista un abismo. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el más activo, crítico y duro con el Gobierno entre sus iguales, ha pasado de criticar el «intervencionismo terrorífico del Gobierno en el mercado eléctrico» de comienzos de octubre, a constatar «una mejora del contexto regulatorio en España» y reconocer que las aclaraciones efectuadas por el Gobierno «reducen el efecto negativo estimado y mejoran la situación de antes».
Para llegar a esto, Galán no ha parado de lanzar dardos a la ministra como el de esta misma semana: «ahora que parece evidente ya para todo el mundo que las empresas eléctricas no se han beneficiado en modo alguno del incremento de los precios eléctricos, sino que, muy al contrario, han soportado costes desorbitados del precio del gas natural, el Gobierno debe corregir dos errores, el Real Decreto y la Ley, que bien seguro se produjeron por falta de información». Una irónica declaración respondida por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, con otra perla igualmente sarcástica: «lo que corresponde es que cada cual hablemos de lo que conozcamos más que dar lecciones a los demás».
Con la perspectiva que ofrece la distancia, y tal y como pintaban las cosas a mediados de septiembre (2.600 millones de sus beneficios intervenidos), los máximos dirigentes de las eléctricas no pueden negar que el panorama se ha aclarado bastante con el paso atrás del Gobierno, pese a las trabas del sector Podemos. Lo demuestran las subidas en Bolsa de más del 2% registradas en la tarde de este martes por Iberdrola, Endesa y Naturgy tras la comparecencia pública de Ribera.
La tensión se ha reducido considerablemente, «solo pedimos estabilidad y predictibilidad», afirma ahora el presidente de Iberdrola. Parece que estamos ante una tregua en la guerra de la luz. Ribera ha ganado tiempo, ahora habrá que ver si las eléctricas se conforman con este paso, ya que el propio Galán ha incidido en que la ley está sujeta a enmiendas. «El que contamina tiene que pagar, y ahora están pagando los que no contaminan. Hay que aclarar el planteamiento».
Pero en toda guerra siempre hay bajas y la alegría no puede ser completa aunque se ganen las primeras batallas.
IBERDROLA ANUNCIA UNA CAIDA DE SU BENEFICIO
Cuando una empresa pierde un 10% de su beneficio neto, unos 114 millones de euros, su presidente no puede estar contento ni mucho menos. Pero si, al mismo tiempo, evita perder varios cientos de millones de euros, las sensaciones se tornan más moderadas.
Eso es lo que le está pasando esta semana a Galán. Por un lado las cuentas que ha presentado a la CNMV reflejan una reducción de su beneficio neto hasta los 2.408 M€ (-10,2%), afectado negativamente por los altos precios de la energía, nuevos impuestos y menores extraordinarios.
Por otro lado, la rectificación parcial del Gobierno, debido a las múltiples presiones recibidas, anunciada el martes por Ribera en cuanto al ‘hachazo’ a las eléctricas, evitará que Iberdrola pierda cientos de millones de los denominados ‘beneficios caídos del cielo’.
Endesa se encuentra en una situación similar, aunque sus cuentas todavía no se conocen. Pero teniendo en consideración que todo su negocio está en España, al contrario que Iberdrola (con multitud de inversiones en el extranjero), sus beneficios dependen más de las medidas que adopte el Gobierno.
SOLIDEZ FINANCIERA Y LÍDER EN FINANCIACIÓN VERDE
En el informe de cuentas presentado por Iberdrola, se recoge que la eléctrica vasca acelera el ritmo de sus inversiones, mientras mantiene la solidez de su balance. La compañía ha aumentado su cash flow o flujo de caja operativo un 7,2%, hasta los 6.412,4 millones de euros.
Asimismo, reforzó sus ratios financieras tras incrementar la liquidez a cierre de septiembre a más de 19.000 millones de euros, que cubren 19 meses de necesidades de financiación. Con una vida media superior a los 6 años, el endeudamiento a tipo fijo asciende aproximadamente al 68%, con una alta protección del balance ante procesos inflacionistas.
El grupo se mantiene como líder en financiación verde y sostenible, con 35.800 millones de euros y se consolida como el primer emisor corporativo de bonos verdes del mundo.