Las patatas son uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo. Con ellas puedes hacer desde unos simples chips fritos, hasta platos tan maravillosos como una ensaladilla rusa, o la querida tortilla de patatas. Además, son la guarnición perfecta, ya sea cocida, frita o en puré. En la industria de la alimentación también es uno de los alimentos más versátiles que existen sin duda, por la fécula o almidón empleado en muchos productos, para producir pegamentos, combustibles como el etanol, como aglutinante, e incluso para la industria farmacéutica.
Cada año se producen toneladas de pieles de patata en todo el mundo. Algunas son aprovechadas como biomasa, compost, y otras aplicaciones, pero la mayoría de los hogares simplemente las desecha…
1Las patatas: esos tubérculos que nadie quería comer
Las patatas eran bien conocidas en América, y descubiertas por los españoles durante la conquista. Sin embargo, tras traerlas a Europa, no se usaban para comer. Simplemente se consideraron como una rareza botánica y había muchos prejuicios sobre su consumo para alimentación. La primera vez que se cultivaron data de 1647 en Alemania.
Durante la Guerra de los Treinta Años todos los cultivos y jardines quedaron arrasados, pero el tubérculo que crecía bajo la tierra quedaba intacto. Fue entonces cuando el hambre impulsó a comer este producto para evitar morir de hambre. Entonces, poco a poco se comenzaría a popularizar su uso para alimentación en otros países. Te contamos todo sobre las patatas y, lo más importante, por qué no deberías tirar la piel.