El grupo cervecero de origen danés tiene los planes muy claros: basta de pelear con la competencia por vender más cantidad; se trata de que compren cerveza más cara. Y eso, de momento, ha dejado para Carlsberg unos buenos resultados en la primera mitad del año.
El negocio de vender la rubia más deseada del mundo no es sencillo, sobre todo para los grandes grupos que, como el caso de Carlsberg, tienen aspiración internacional. Y es que cada país tiene su campeón nacional, o a veces más de uno, que se consolida como la cerveza de referencia cuando hablamos de cantidad. Por ejemplo, aquí en España, Mahou tiene una gran aceptación para estos menesteres, al igual que Cruzcampo en la zona sur o las “estrellas” en el Levante.
Por este motivo hay que mostrar otras cartas para ganar la partida. En el caso de Carlsberg, según un reciente informe de Bloomberg Intelligence (BI), la compañía estaría apostando de manera bastante agresiva por posicionar su cerveza premium como la opción principal de venta.
Y no solo eso. Los analistas de Bloomberg señalan que el grupo cervecero danés también se habría sumado a la comercialización masiva de producto artesanal. Así, estaría también compitiendo con las marcas locales que cada vez tienen más peso entre los consumidores.
De esta manera, el objetivo ya lo estarían logrando en las 50 ciudades donde Carlsberg tiene mayor volumen de negocio. Además, según el informe, la compañía también quiere tener una posición de dominio entre las poblaciones jóvenes urbanas. A fin de cuentas, quiere conseguir que las carteras más generosas paguen por la “posiblemente mejor cerveza del mundo”, como reza el slogan de la empresa.
CARLSBERG ESTÁ CONTENTA
Los resultados financieros de los primeros seis meses del año, el grupo danés tiene motivos para estar contento. En concreto, Carlsberg registró un beneficio neto atribuido de 331 millones de euros en el primer semestre, cifra que representa un incremento del 7,2% en relación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
Los ingresos netos de la cervecera danesa entre enero y junio alcanzaron los 4.153 millones de euros, lo que representa un retroceso interanual del 0,7%. La facturación neta de Carlsberg en Europa Occidental retrocedió un 2,7% en el primer semestre, mientras que en Europa del Este bajó un 4,2%. Aunque el gran estirón lo ha pegado en el mercado asiático, donde las ventas netas de la compañía crecieron un 7%.
De cara al conjunto del ejercicio, Carlsberg ha revisado al alza su previsión de resultados y ahora espera alcanzar un crecimiento de entre el 8% y el 9% de su beneficio operativo en términos orgánicos, frente a la anterior proyección de un incremento en torno al 5%.
En este contexto, la estrategia de la compañía de atacar el segmento premium será fundamental, básicamente porque la competencia por cantidad no le valdrá de nada en mercado como el europeo.