Telefónica mantiene su plan de actuación en Latinoamérica y ha anunciado una nueva desinversión. Se trata de El Salvador, donde ha ejecutado la venta de la filial por un precio de 125 millones de euros. Con este movimiento, la compañía de José Álvarez-Pallete avanza en su hoja de ruta en la cual las divisiones de Latam no eran una prioridad.
La operación se concreta en la venta de Telefónica Centroamérica Inversiones, sociedad participada directa e indirectamente al 60% por Telefónica y al 40% por Corporación Multi Inversiones. Para ello ha alcanzado un acuerdo con General International Telecom para la venta de la totalidad del capital social de Telefónica Móviles El Salvador del que es propietaria (el 99,3%) por 144 millones de dólares (unos 125 millones de euros).
Según ha informado este viernes la operadora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el precio de la transacción equivale aproximadamente a siete veces el resultado operativo antes de amortizaciones (Oibda) logrado por Telefónica El Salvador en 2020.
Por el lado del comprador, la transacción ha sido estructurada por afiliadas del Grupo Atlántida, entidades que respaldan financieramente la adquisición. El cierre de esta transacción está sujeto a determinadas condiciones, incluyendo las pertinentes aprobaciones regulatorias, según ha precisado la operadora.
Sobre el argumentario oficial del operador azul, Telefónica subraya que esta operación se enmarca dentro de su política de gestión de cartera de activos, basada en la estrategia de creación de valor y optimización del retorno sobre el capital.
TELEFÓNICA Y SU RUTA
Este nuevo movimiento de Telefónica, que ha pillado relativamente por sorpresa al mercado, se trata de una venta completa de una división. Se trata de una situación que brinda mejor resultado al operador azul, sobre todo en mercados pequeños, ante las otras operaciones ejecutadas que paquetizaban diferentes activos.
Así, en algunos regiones, como fue el caso de Chile, la venta se realizó sobre un activo como fue la fibra. Se trata de una solución que ha tenido que buscar Telefónica y que, en algunos casos, le permite agilizar los precesos de desinversión. El objetivo final, una reducción importante de deuda, junto a la priorización de mercados, supone un nuevo paso para la compañía en la agilización de procesos.
