La Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (Asedas), patronal que cuenta entre sus socios con Mercadona, Dia, Lidl, Uvesco o Ifa, entre otros, ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dialogar para poner en común las acciones y soluciones que se llevarán a cabo para reducir el desperdicio alimentario en los supermercados ante la nueva Ley de Desperdicio alimentario.
«El ministro Planas presentó un anteproyecto de Ley del que no conocemos todavía el texto, pero que tiene medidas relevantes. Respecto a la forma se establece una serie de obligaciones para darle un destino correcto a los alimentos. No tenemos nada que decir, porque son los que empleamos», ha asegurado el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, durante su participación en el I Foro del retail y el Gran Consumo, organizado por ‘El Economista.
Sin embargo, la patronal de supermercados ha mostrado su preocupación a la hora de cómo se llevará a cabo. «Nos preocupa, eso sí, que se innove en cuanto soluciones. Somos capaces de reducir el desperdicio si se fija el objetivo y nos da un plazo razonable», ha recalcado.
«Creo que se nos tiene que explicar cómo hacerlo, y ahí podemos tener discrepancias, porque hay obligaciones que no son coherentes con determinados modelos de negocio. Espero que podamos dialogar en la norma y encontrar medidas eficaces para luchar contra el desperdicio», ha solicitado.
El directivo de Asedas ha recordado que todas las empresas de la distribución tienen ya acuerdos con los Bancos de Alimentos para donar productos y alimentos.
Magarzo, que ha reiterado que el desperdicio es una prioridad para toda la industria alimentaria», ha indicado que el «problema está en los hogares», donde apuesta porque se trabaje más, porque ahí está el «mayor reto».
El Consejo de Ministros aprobó el pasado lunes el anteproyecto de ley para combatir el desperdicio alimentario que obligará a las tiendas a fomentar la venta de productos «feos, imperfectos o poco estéticos» que estén en condiciones óptimas de consumo, así como a incentivar la venta de alimentos de proximidad, ecológicos y a granel.
RECUPERACIÓN DEL CONSUMO Y TENSIONES EN LA LOGÍSTICA
Por otro lado, la industria alimentaria se ha mostrado cauta de cara a la recuperación y el volver a cifras pre-covid, pero sí que percibe un incremento del consumo por parte de los españoles en los últimos meses.
El director general de Mahou San Miguel, Alberto Rodríguez Toquero, ha reconocido que se percibe sobre todo una «recuperación en el consumo fuera del hogar», impulsada por el aumento de aforos, la relajación de restricciones y que hay un alto porcentaje de población ya vacunada. «Todo eso y las ganas que tenemos de hacer vida normal, está llevando a una recuperación de la hostelería», ha indicado.
Sin embargo, cree que es «prematuro» el que se recuperen las cifras de antes de la pandemia. «En Mahou San Miguel no nos obsesiona volver a esas cifras, sabemos que haciendo las cosas bien ya las recuperaremos», ha subrayado.
Por su parte, el consejero delegado de Calvo, Mane Calvo, ha explicado que para su compañía la pandemia supuso un gran incremento de compras, ya que las conservas se convirtieron en «alimento refugio» durante el confinamiento. «Desgraciadamente hemos vuelto a la normalidad, porque en la pandemia tuvimos picos en marzo, abril y mayo tremendos, y ahora detectamos que hemos vuelto a la normalidad», ha subrayado.
Los problemas de logística mundiales también están preocupando a la industria alimentaria española. Sin embargo, el director general de negocio de Pascual, Javier Ribera, considera que en España la situación no es «tan extrema» como en Reino Unido.
«El mundo logístico lleva dando síntomas de que hay que hacer algo más estructural, porque faltan conductores de larga distancia y personas que quieran dedicarse a la distribución. Hay un déficit de transportistas y la solución es hacer más atractivo este trabajo», ha indicado.
Ribera ha considerado que «hay un reto como sector», pero cree que en España «no habrá problemas de desavastecimiento» de productos, aunque sí que se están dando «tensiones».