El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) confía en completar «muy pronto» su evaluación sobre la conducta de la directora gerente de la institución, Kristalina Georgieva, acusada por a quien una auditoría acusa de ofrecer un presunto trato de favor a China durante su gestión al frente del Banco Mundial para mejorar los resultados del gigante asiático en el informe ‘Doing Business’.
De este modo, la decisión final sobre el futuro de Georgieva al frente del FMI podría coincidir con la celebración en Washington de la cumbre anual del FMI y el Banco Mundial, que comienza este lunes.
A este respecto, según ‘Financial Times’, los 24 miembros del Directorio estarían divididos al respecto, con Estados Unidos y Japón, los dos mayores accionistas del FMI, por un lado, frente al apoyo a la búlgara de europeos como Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, que también compartirían China y Rusia.
El órgano de gobierno del FMI volvió a reunirse este domingo, tras haber mantenido a lo largo de la semana pasada encuentros por separado con la propia economista búlgara para conocer la versión de Georgieva acerca de las acusaciones, así como con representantes del bufete de abogados WilmerHale, responsable de la auditoría encargada por el Banco Mundial sobre las presuntas presiones de la dirección de la institución para favorecer a China.
En un comunicado, el Directorio Ejecutivo del FMI indicó que «para aclarar los detalles», se reunió nuevamente con los representantes de WilmerHale y con la directora gerente.
«El Consejo ha realizado hoy más progresos importantes en su evaluación con miras a concluir muy pronto su examen de la cuestión», anunció.
El Banco Mundial decidió cancelar de forma indefinida su popular informe ‘Doing Business’ debido a que una revisión externa concluyó que varios altos cargos de la institución realizaron presiones al personal del organismo para mejorar la posición de China en los rankings de las ediciones de 2018 y de 2020.
El informe acusa directamente al entonces presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y a la consejera delegada de la entidad, en ese momento Kristalina Georgieva. Según el documento, la ahora directora gerente del FMI presionó al personal del Banco Mundial para realizar «cambios específicos» en algunos datos de China para elevar su puesto en la clasificación.
En el equipo responsable de ‘Doing Business’ existía una «cultura tóxica» y «miedo a las represalias» que pudieran existir. «Los empleados sentían que no podían desafiar una orden del presidente o de la consejera delegada sin arriesgarse a perder sus empleos», refleja el informe.
Georgieva subrayó tras leer la acusación que estaba «profundamente» en desacuerdo con las conclusiones e interpretaciones del informe.