sábado, 23 noviembre 2024

La patronal agrícola desnuda las mentiras de la Generalitat por El Prat

Los agricultores desmontan el relato de quienes han rechazado la ampliación de el aeropuerto de El Prat. La infraestructura, que contaba con una inversión de 1.700 millones de euros, fue aceptada por la Generalitat en agosto, pero un mes después la rechazó por completo.

Ante esta tajante negativa, el Institut Agricola, presidido por Baldiri Ros, ha puesto blanco sobre negro, en una conversación con MERCA2, las opciones que no ha contemplado la Generalitat y las condiciones exigidas por el Govern de Pere Aragonès para compensar la pérdida de terreno en las inmediaciones de la laguna de La Ricarda.

La Ricarda está artificializada y fue afectada en la anterior ampliación

A pesar de que la Generalitat conocía desde junio la intención de Aena de entrar en La Ricarda, un espacio de especial protección e integrado en la Red Natura 2000, el Govern se desdijo echando por tierra esta millonaria inversión y favoreciendo aún más la brecha con el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.

«Tan sólo faltaba por concretar la compensación por el terreno afectado» por esta ampliación, han afirmado fuentes conocedoras de las negociaciones entre Aena y la Generalitat a MERCA2. Sin embargo, la infraestructura ha servido de arma política, aunque con un peligroso doble filo para sus detractores.

EL GOVERN PROPUSO PROTEGER TERRENO AGRÍCOLA DE ALTO VALOR

ERC y Podemos salieron en tromba contra Aena y el Gobierno para defender La Ricarda, generando un agrio enfrentamiento en los poderes político y económico. Aena había detallado a la Generalitat la superficie del terreno afectado y su ubicación exacta. En respuesta, la Generalitat exigió una compensación de difícil cumplimiento para Aena. Había que proteger 200 hectáreas adicionales, algunas de ellas «afectaban directamente a campos agrícolas», según ha expuesto Ros en una conversación con MERCA2. «La Generalitat exigió la compensación en zonas agrícolas de alto valor», ha asegurado el presidente de esta patronal.

La laguna de la Ricarda se puede desplazar
La laguna de la Ricarda se puede desplazar

Esta patronal ha presentado un decálogo que pone negro sobre blanco las «verdades y mentiras» dichas hasta ahora por la ampliación de El Prat por parte del Govern de Pere Aragonès. «Con las condiciones de la Generalitat, los agricultores no podrían instalar invernaderos en la zona cercana al aeropuerto», ha destacado Ros. El decálogo tiene como objetivo mostrar que la protección de una zona no depende únicamente de su superficie. Además, «hay que explicar las realidades que no han contando».

Este cambio obligaría a los agricultores a rediseñar por completo su plan de negocio y sería un mazazo para las empresas de la zona debido a sus acuerdos con grandes empresas, como Gavà Fruit, por sus productos de proximidad. «Si no les puedes suministrar, las firmas más importantes buscan otro proveedor y sacan al pequeño agricultor de la lista«, ha indicado. En resumen, pérdidas generalizadas al no poder planificar las cosechas debido a las inclemencias del tiempo.

LA FALTA DE GESTIÓN INUNDA AÑO SÍ AÑO TAMBIÉN LOS CAMPOS AGRÍCOLAS

Asimismo, esta patronal ha puesto en valor La Ricarda, pero considera que esta zona «natural» podría convivir con la ampliación de El Prat. A su juicio, no es la zona en sí la que atrae a las aves o, por contra, éstas buscan otros parajes para descansar en sus rutas migratorias. Se trata de una manifiesta «falta de gestión» del Govern, que perjudica gravemente los intereses del territorio.

Aena no nos perjudica, sino que es la Generalitat con su petición de compensaciones exageradas

«Esta zona afecta a la autopista de Castelldefels y a la vía férrea«, ha indicado. En Alemania, por ejemplo, esto no sucedería porque la gestión impide que una infraestructura pueda verse afectada por un área protegida. Por ello, se hacen estudios serios previos antes de construir nada.

La Ricarda ya se vio afectada en la primera ampliación de El Prat, hace unos 15 años, y las aves continúan aterrizando en la zona. Eso sí, ni rastro de la fauna, como peces, que supuestamente habitan en las aguas de la laguna. «No hay constancia de ninguno», ha remachado. «Sin gestión, las cosas no funcionan», ha reseñado.

«La Ricarda está artificializada y fue afectada en la anterior ampliación«, ha recordado Ros, que considera factible el trasvase hacia una zona cercana, junto con la otra laguna existente. Desde el Instituto les han propuesto el espacio, pero con la condición de no proteger terreno agrícola porque iría en contra de la producción.

DESPLAZAR LA LAGUNA DE LA RICARDA, UNA OPCIÓN FACTIBLE

Pese a ello, la Generalitat mantuvo el silencio y evitó mostrar la realidad a los catalanes. La Ricarda era el único centro del debate. «Intocable e irreproducible» para los grupos ecologistas. No obstante, sí existía esta alternativa.

Este relato se construyó tras la exigencia del Govern de incrementar la compensación en diez veces más de lo que podría haber sido la ampliación. Pero más superficie no es garantía de una mejora de la biodiversidad. «La Generalitat propuso la protección de más hectáreas, pese a que no es la garantía para mejorar ni la biodiversidad«, según ha afirmado el también vicepresidente de Foment.

Según el Institut Agricola, la ampliación de El Prat no hubiera afectado a ningún tipo de terreno agrícola. En cambio, la petición de la Generalitat hubiera ido en detrimento de los agricultores. «La compensación en El Prat habría afectado a terrenos agrícolas si se hubieran aceptado las condiciones del Govern», ha afirmado. De hecho, los agricultores consideran que Aena ha sido hasta ahora un aliado para los agricultores por su gestión en el drenaje del agua que afecta al aeropuerto. En vez de llevar el agua hacia La Ricarda, el gestor aeroportuario la desagua hacia el mar, evitando así inundaciones en el terreno.

¿Y cómo es posible que la zona con laguna pueda inundarse? La respuesta es que la Generalitat lleva casi una década sin acometer la limpieza de las rieras que llevan el agua hacia el mar. La arena, el barro y las ramas taponan estas canalizaciones artificiales y provocan la pérdida de la cosecha y un quebradero de cabeza para el pequeño agricultor. Aena «no nos perjudica, sino que es la Generalitat con su petición de compensaciones exageradas», ha dicho Ros.

LOS AGRICULTORES TRABAJAN «CODO CON CODO» CON AENA EN EL PRAT

Estos pequeños hortelanos de El Prat trabajan «codo con codo» con Aena para evitar las temidas inundaciones. En los últimos años, los efectos de la gota fría -conocida ahora como dana- ha dejado cuantiosas pérdidas. «La zona agrícola se inunda por la falta de mantenimiento de la Generalitat en las infraestructuras de desagüe», ha explicado Ros. El organismo encargado es la Agencia Catalana del Agua, pero lleva sin aparecer por esos terrenos cerca de ocho años.

Aena, por su parte, se toma muy en serio el drenaje. Y es que, si la pista se inundara dejaría paralizado por completo el aeropuerto. El gestor aeroportuario no permite una acumulación superior al milímetro, evitando charcos en las zonas que utilizan los aviones y vehículos motorizados en las pistas. Las canalizaciones de Aena son muy similares a las de La Ricarda, pero la falta de limpieza es la diferencia entre perder la huerta o mantenerla.

«Aena tiene que cerrar el aeropuerto con tan sólo un milímetro de agua en sus pistas», ha destacado Ros. «Aena se preocupa de desaguar las pistas, mientras que la Generalitat no hace su labor», ha indicado. «El parque natural no deja desaguar porque dicen que necesita cierto nivel de agua«, ha dicho Ros.

LA UNIÓN DEL BAIX LLOBREGAT PARA DEFENDER LA AMPLIACIÓN DE EL PRAT

Según ha explicado Ros a este medio, «más hectáreas protegidas no implican mejoras en la biodiversidad». Así, ha considerado factible incrementar el volumen de la laguna artificial de Cal Tet, reubicando así a las aves y evitar que una futura ampliación pudiera afectar a la naturaleza. En definitiva, una alternativa que la Generalitat ni comentó en sus declaraciones.

Por otro lado, Ros ha puesto de manifiesto la beligerancia de algunos municipios contra la ampliación de El Prat, como es el caso del Ayuntamiento de El Prat del Llobregat. Pese a su escasa afectación en la ampliación, el alcalde Lluís Mijoler, se ha mostrado totalmente en contra de esta obra, incluso ha organizado visitas guiadas para explicar La Ricarda.

Sin embargo, otros municipios más afectados se han mostrado a favor, como Viladecans, Gavà y Sant Boi, todos ellos gobernados por el PSC. Todos ellos, junto con los agricultores, se han mostrado a favor de la infraestructura porque consideran que es un impulso en favor de la economía y la actividad agroalimentaria. Estos agentes organizaron una Mesa de Trabajo para el Desarrollo Económico y Agroalimentario del Baix Llobregat, que se reunió el pasado 1 de junio, bajo la batuta de la Asociación Empresarial del Baix Llobregat, AEBALL. En ese encuentro participaron el Institut Agricola y las Cooperativas de Viladecans y Gavà.


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