El estudio de arquitectura, interiorismo e ingeniería norteamericano SOM está detrás de la transformación radical de los entornos de trabajo en BBVA con la Ciudad BBVA como máximo exponente.
Este cambio está asociado a la nueva visión estratégica del negocio. Susana López, directora de Ciudad BBVA, explica que “se necesitaba un entorno ágil, abierto, donde el trabajo en equipo y la innovación, junto con la potenciación del trabajo colaborativo, permitieran promover el intercambio de conocimiento interno y simplificar los procesos, empoderando a los equipos”.
Para ello, la entidad presidida por Francisco González convocó un concurso de “Global Interior Design Standards and Manual” en el que participaron varios estudios internacionales que ya habían afrontado retos similares en el pasado. El ganador fue Skidmore, Owings and Merrill (SOM) por “su visión estratégica y análisis del proceso de transformación que BBVA quería llevar a cabo”, declara Susana López.
El proyecto es global, y por tanto afecta a los más de 30 países en los que BBVA está presente. Hoy las sedes de Madrid, México, Houston, Nueva York, Hong Kong, Buenos Aires, Asunción, Montevideo, entre otras muchas, trabajan ya en este entorno. “En un proceso racional se van implementando todas aquellas oficinas que necesitan actuaciones para ir capilarmente llegando con este proceso a los más de 130.000 empleados del grupo en el mundo”, indica la directora de Ciudad BBVA. En cuanto al presupuesto, aclara, “no se ha destinado uno expreso, sino que el cambio acompaña a las necesidades que van teniendo los espacios para que el gasto sea mínimo”.
El objetivo de BBVA para su nueva estrategia en los centros de trabajo fue doble, según cuenta a MERCA2 Kim Van Holsbeke, SOM Associate Director. En primer lugar, “la empresa quería trabajar con SOM para apoyar e impulsar su iniciativa para crear una cultura común entre las instalaciones globales de BBVA”. “El segundo objetivo fue la implementación de las estrategias físicas que resultaron de este reposicionamiento para ayudar a solidificar la cultura común de BBVA”, indica.
El estudio SOM, con sedes en Estados Unidos, Reino Unido, China, Dubai e India, además de producir los estándares generales de diseño interior de BBVA Global, trabajó en nuevas instalaciones físicas de la entidad: el Centro de Operaciones en la Ciudad de México (arquitectura, ingeniería, MEP e interiores), la sede central en Ciudad de México (interiores), la sede central en Madrid (interiores) y el Centro Tecnológico en Atizapán (arquitectura, ingeniería e interiores).
“SOM quería crear una serie de instalaciones que redefinieran el entorno de trabajo del siglo XXI y permitieran soluciones de diseño ágiles y modulares basadas en intentar predecir las futuras estrategias en los entornos laborales”, afirma Kim Van Holsbeke. “El diseño buscaba consistencia con la cultura de posicionamiento horizontal y colaborativo de BBVA al utilizar altos niveles de transparencia en el lugar de trabajo y brindar atractivos servicios a los empleados”, expone el directivo de SOM.
Tras ver el resultado final, desde SOM creen que han dejado su sello propio en la entidad presidida por Francisco González. “El diseño holístico de las diversas instalaciones ofrece un matrimonio único de estrategia en el lugar de trabajo, arquitectura, ingeniería y diseño sostenible, que se logró mediante el enfoque integrado y completo del equipo de SOM”, concluye Kim Van Holsbeke.
EL LAVADO DE IMAGEN NO ES EXCLUSIVO DE BBVA
Después de una crisis que castigó con dureza la imagen, las cuentas y, lo que es aún más importante, la confianza de la sociedad en la banca española, las principales entidades comenzaron un largo camino de transformación con el cliente en el foco de la estrategia.
El nuevo mapa bancario con la integración de muchas cajas en entidades mayores ayudó en este proceso de refundación desde las cenizas. Nuevos mensajes, nuevas estrategias y, como no, nueva imagen. Quizá el caso más evidente sea el de Bankia. La antigua Caja Madrid ha tenido que unir culturas y sentimientos de pertenencia de clientes y empleados de ocho entidades diferentes: la propia Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia, Caja Rioja y BMN (formada originariamente a su vez por Caja Murcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra).
El nuevo modelo de oficina Bankia es un proyecto en el que la entidad está trabajando desde hace cinco años. Se aprovechó el plan de reestructuración de oficinas, que se llevó a cabo en 2013, para implantar las nuevas oficinas, que posteriormente se han ido especializando con una red de oficinas ágiles y otra de asesoramiento, cuentan desde el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri.
En su caso no hay ningún estudio de arquitectura detrás del proyecto. Fue liderado en su día por el área de Innovación en el que participaron otras áreas del banco, como Marca, y la implantación la dirigió el área de Obras de Bankia.
Otro de los grandes bancos nacionales que está dando un giro radical a la imagen de sus oficinas en CaixaBank. Las oficinas Store son un paso adelante en la estrategia de innovación de la entidad.
Este modelo trata, informan desde el banco, de dar respuesta a los nuevos comportamientos y necesidades de los clientes y aproximarse al mundo del comercio “retail”, buscando mejorar la experiencia del cliente dentro de la oficina. “Refuerza el vínculo y la proximidad con los clientes, los valores de innovación, cercanía y transparencia, así como potencian una relación de tú a tú con el cliente de Banca de Particulares, Personal y Privada”.
El diseño de las nuevas oficinas de CaixaBank es obra de estudios de arquitectura y agencias de publicidad (que han declinado publicar). Sin embargo, se realizó en base a las conclusiones de diversos test con clientes, empleados y personas no clientes que aportaron sus opiniones sobre cómo querían que fuese la oficina del futuro.