Quedan menos de 10 días para que se conozca el desenlace de una de las operaciones económicas más sonadas de este 2021, la opa de IFM sobre parte del capital de Naturgy y las espadas están en alto. Nadie se atreve a afirmar si tendrá éxito o no. El 8 de octubre es el día señalado en rojo en el calendario de los dirigentes del fondo australiano que quiere hacerse con hasta un 22,69% de la energética española desde que en el mes de enero lanzara una opa parcial.
Desde entonces los accionistas minoritarios han visto aumentar su importancia en la operación de forma progresiva. El 26 de enero, IFM Global Infrastructure Fund anunciaba la oferta pública y parcial de adquisición de hasta 220 millones de acciones de Naturgy. Ese día las acciones de la compañía se disparaban en bolsa más de un 15% quedándose a las puertas de los 23 euros y recuperando todo lo perdido durante la pandemia.
IFM envió a la CNMV el 5 de febrero la solicitud de autorización y el folleto de la oferta parcial sobre Naturgy. El regulador admitió la oferta a trámite el 18 de febrero. Después el Gobierno entró en acción para estudiar el caso y, a principios de agosto, dio luz verde a la opa con una serie de condiciones, a las que IFM no puso ninguna pega. Y finalmente la opa fue aprobada por la CNMV.
Tras el ‘decretazo’ del Gobierno del 14 de septiembre, el Consejo de Administración de la empresa tuvo que calificar el precio por acción (22,07 euros) de la opa como razonable, aunque pocos días antes se consideraba bajo.
Ahora, tras el movimiento en bloque de los accionistas mayoritarios y del Consejo de Administración de no acudir a la opa, el éxito de la operación para IFM está en manos de los accionistas minoritarios, que están deshojando la margarita en estos últimos días, entre seguir los pasos de Naturgy, o aceptarla y vender sus acciones a cambio de un beneficio que, al precio medio de los últimos días, sería de algo más de un 2%.
Argumentos hay de sobra a favor y en contra de sumarse a la oferta del fondo australiano. Aquellos que comprasen sus acciones durante el último semestre del año pasado pueden revalorizar su inversión casi un 20%. Un porcentaje razonable pese a que la compañía estima que, en el largo plazo, el valor de esas acciones será superior, dado el potencial que tiene Naturgy, el mismo que ha despertado el interés de IFM y, también, su sector de actividad, el energético que, aunque no atraviesa su mejor momento, tradicionalmente representa un valor refugio para los pequeños inversores.
El perfil de los accionistas va a ser determinante en el desenlace de la operación. Aquellos que tengan un perfil especulador aceptarán la opa sin dudarlo y los más conservadores, con una mirada puesta en el largo plazo, se lo pensarán dos veces, o no la aceptarán, a no ser que busque cash inmediato, dadas las circunstancias.
La oferta de IFM está condicionada a conseguir al menos el 17% del capital, pero se podría modificar esta condición rebajándola al 10%, según se especifica en el folleto de la opa. De esta forma se facilita la entrada del fondo australiano en el capital de Naturgy, aunque sea en menor porcentaje del que pretende.
AFLORAN ACCIONISTAS CON PORCENTAJES SIGNIFICATIVOS
Estos últimos días la búsqueda por parte de IFM de los accionistas institucionales y minoritarios de Naturgy para convencerles de acudir a su opa parcial está haciendo que aparezcan accionistas de renombre con porcentajes significativos. El primero de ellos fue Barclays que afloró una participación de algo más del 1% en la compañía.
Ahora ha sido el Fondo Estadounidense Davidson Kempner Capital Manager el que ha reconocido que posee 11 millones de acciones de Naturgy, o lo que es lo mismo, un 1,1% con un valor a día de hoy de unos 240 millones de euros.
Hace unos días se conocía la noticia de que IFM había contratado al proxy solicitor Georgeson para que buscase, encontrase e informase a los aproximadamente 73.000 accionistas minoritarios de Naturgy de las condiciones de su oferta y, de paso, sondease las intenciones de los inversores para acudir a la opa.
De esta forma, el fondo australiano pretende contrarrestar las opiniones de los directivos y de los máximos accionistas de Naturgy que confían, aunque sin menciones expresas, en que sus accionistas se mantengan firmes y fieles a la compañía.
EMISIÓN DE 1.000 MILLONES EN BONIO HÍBRIDO
A pesar de todo el ruido que genera alrededor la próxima resolución de la oferta pública de adquisición, Naturgy trabaja desde hace semanas en el desarrollo de su plan estratégico a 2025, presentado en julio, y en la optimización de su balance.
Aunque existe incertidumbre sobre si la opa parcial de IFM será efectiva al final o no, la gasista está estudiando el lanzamiento de una emisión de deuda perpetua por una cantidad que podría alcanzar los 1.000 millones, una vez cerrada la opa, según informa Cinco Días.
A finales del año 2014, Naturgy ya lanzó una primera emisión de bonos híbridos, por un valor de 1.000 millones de euros y con un cupón anual del 4,125%. La compañía estudia en la actualidad la recompra de la totalidad o parte de ese bono híbrido en vigor y el lanzamiento de una nueva referencia, que haría a un tipo notablemente inferior.